Erron Black se había quedado sin suerte en OutWorld. Después de que su último jefe fuera asesinado, el mercenario tomó la decisión de regresar al EarthRealm, más específicamente al cálido estado de Texas mientras la situación se calmaba. Sin embargo...
La mesa de la familia Dimitrescu era grande, muy grande. Tal vez en el pasado hubo grandes y majestuosos banquetes donde varios de señores feudales y de la nobleza participaron.
Sin embargo, la enorme mesa es ahora ocupado por nada menos que por cuatro usuarios la mayor parte del tiempo. De vez en cuando, uno de los Lores o la propia Madre Miranda venían de visita y por consiguiente comían en la misma mesa de la anfitriona, la Lady del castillo.
Las doncellas se encontraban preparando la mesa para la familia. Cada una realizando un rol especifico, Anna preparaba las sillas, Elena, la nueva sirvienta, llevaba flores y velas para la armonía de la cena, Martha limpiaba la mesa y ponía un mantel y otra de las sirvientas abría las ventanas, pero a pesar de que el contrato hablase específicamente que las ventanas estarían totalmente cerradas, por esta vez, la propia Lady del castillo permitió las ventanas abiertas.
"El invierno finalmente acabo." – Dijo una de las sirvientas al abrir la gran ventana.
"Eso parece. La primavera promete mas sol." – Dijo otra de ellas.
Pasaron un par de minutos cuando Olga llego a la habitación.
"Tu y tú, vengan conmigo. Anna y Martha, ustedes 2 recibirán a la familia." – Llego de forma rápida Olga a la habitación, señalando a Elena y a la otra sirvienta de la habitación. Sin embargo, dejaría a las otras 2 para recibir y escuchar las ordenes de la familia.
Pasaron unos minutos y llegarían las dos hijas de la familia.
"Señorita Cassandra, Señorita Daniela. Por favor, pasen." – Dijo Anna, quien estaba en la puerta esperando a la familia.
Las señoritas no contestaron, simplemente caminaron hacia la enorme mesa, ignorando así la cortesía de sus sirvientes.
"Tengo tanta hambre, creo que devoraría un cordero entero." – Dijo Cassandra mientras ella acariciaba su estómago.
"Yo igual. Tengo mucha hambre. Creo que mama dijo que comeríamos una carne importada de oriente, una tal "Kobe", no se." – Dijo Daniela, recordando cuando su madre le había dicho que el Duke le había conseguido carnes finas.
"Eso espero." – Dijo Cassandra cuando tomaba asiento.
Pasaron unos minutos más cuando llegaría la propia Bela.
"Porque tardaste tanto Bela?" – Pregunto Daniela
"Hermanas, tengo una muy buena noticia." – Dijo Bela mientras corría hacia sus dos hermanas.
"Que podría ser? ¿Nos atacaran más cazadores?, porque realmente me gustaría estirar mis músculos" -Dijo Cassandra en un tono alegre a los cual Daniela también asintió.
"No, es mucho mejor." – Dijo Bela. –"El hombre-cosa cenara con nosotras en la mesa."
"Oh... ¿entonces ya le llegó la hora? Lástima, el empezaba a caerme bien." – Dijo Cassandra cambiando su rostro risueño a uno con decepción.
"No tonta." – Dijo Bela. - "Mama lo invito a cenar con nosotras."
"Espera, ¿estás diciendo que el cenara en la misma mesa que mama?" – Dijo Daniela, sorprendida ante tal evento, pues es bien sabido por las hijas del castillo que nadie aparte de los Lores y Miranda come con ellas.
"Si, mama lo invito con nosotras. No es emocionante." -Dijo Bela mientras miraba a una de las sirvientas.
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