9

64 5 3
                                    


11:30 a.m., acaba de sonar el despertador.

Ya hacen tres días de lo que ocurrió en el parque. Tres días en los cuales no he parado de pensar en qué hubiese ocurrido. No he vuelto a ver a Elizabeth, obviamente, ni sé cuándo iré de nuevo a su consulta, pero quiero volver a verla.

Me digno por fin a levantarme y ducharme, para después bajar a desayunar. Al ir a la cocina, veo que está mi madre, algo bastante inusual para ser sincera.

"Buenos días." Me dijo mientras estaba cocinando algo.

"¿Qué haces aquí, hoy no tienes nada qué hacer?" Le pregunté sin ningún ánimo, pues no es que tuviese demasiadas ganas de tener una conversación vacía con mi madre.

"Veo que tienes ganas de hablar." Dijo sarcásticamente.

"¿Cuándo tengo que volver a ir a la consulta de Elizabeth?" Intenté mostrarme desanimada, para que no pensase que lo que hizo de mandarme ahí fue una buena idea.

"Dentro de cuatro días." Contestó sin más. "Ahora, deja de entretenerme, tengo prisa en hacer algunos asuntos pendientes" Dijo mientras se dirigía a la puerta con un sandwich en la mano. Yo cogí una manzana y me fui hacía el salón.

Me tumbé en el sofá justo cuando se escuchó el golpe de la puerta, eso significaba que mi madre ya se había ido a hacer a saber qué. Empecé a pensar en lo que me había dicho mi madre. ¿Cómo voy a seguir esperando cuatro días? Pensé desesperada.

No sé cuánto tiempo estuve pensando, durante estos días me estado debatiendo todo, pero un sonido en el teléfono me hizo salir del trance.

Número desconocido:

Hola, marina.

Para número desconocido:

hola, quién eres?

Pasaron minutos y la persona que me había hablado no me contestaba. Supuse que sería mi madre, pues cambia constantemente de número, así que no le di importancia.

Fui a a por mis auriculares a mi habitación y mientras estaba subiendo las escaleras noté que el móvil sonó, mientras se encendía dejando ver una nueva notificación, pero no le di importancia, por lo cual fui a vestirme para ir a dar una vuelta para despejarme. Me puse lo primero que vi, unos jeans y una sudadera larga. Cuando bajé a por mí móvil para poder salir, decidí ver quién me había hablado.

Número desconocido:

Soy Elizabeth, quiero hablar contigo de lo que ocurrió.

Me volví a sentar en el sofá al leer eso. ¿Ahora qué se supone que debo hacer, decirle que sí, o no le respondo? Estaba bastante indecisa, no sabía qué decir. ¿Cómo había conseguido mi número?

Para número desconocido:

cndo quieras, estaba a punto de salir ahora mismo

Número desconocido:

En el parque, en media hora. Te espero allí.

Salí de mi casa de inmediato y fui a la parada de bus más cercana. No entendía nada. ¿Cómo había conseguido mi número? Y si de lo que quiere hablar conmigo es de lo que ocurrió la última vez, ¿qué se supone que debo decirle?  

Bajé del bus y me empecé a dirigir al parque, estaba bastante nerviosa. No estaba muy lejos así que llegaría en breves. Cada vez que daba un paso más, veía el parque más cerca y empecé a ver a una mujer sentada en el banco. Elizabeth. Pensé. Quise salir corriendo de ahí cómo unas diez veces, pero cuando me decidí por irme, ya estaba detrás de ella. No había marcha atrás así qué opté por sentarme a su lado. No me miraba, ni hablaba, pero ella sabía que yo estaba ahí.

"¿Llevas mucho tiempo esperando?" No sabía qué decirle, intenté romper el silencio con mi pregunta. 

"Sabes que no he venido a hablar de cuánto tiempo llevo aquí." Dijo, y me miró a los ojos, me había quedado en blanco. Entre su mirada clavándose en mí y lo que me acababa de decir, no sabía que contestar. 

"¿Y de qué quieres hablar? Dije nerviosa, ella lo notó por lo que me dio una sonrisa cálida. Sabía perfectamente de qué quería hablar, pero, ¿qué le iba a decir yo?


«Problems» {larina}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora