~Fiebre pt.2~

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Los últimos días habían sido mediamente agotadores para nuestra nueva enfermera temporal y su paciente.

Día 1:
Signy se deshacía de las cobijas sobrantes de la cama de su esposo, para que no sufra ningún golpe de de calor.

—No me esperaba que enfermarse sería tan sufridor para un hombre. Bien dicen que las mujeres pueden ser más débiles, pero son más resistentes. -dramatizando, posicionando su mano en su frente, quejándose del dolor de cabeza. Su esposa rió.-
¡No te rías de mi sufrimiento!

Toma esto. -dándole una pastilla de ibuprofeno- la compré por la mañana, aliviará tu malestar. Duerme un rato, te hará mejor. -recordando que por alguna razón eso la ayudaba cuando era una niña; para después salir por la puerta, aguantando su risa por sus ocurrencias.-

Día 2:
Había sido una noche larga para el hechicero. Fue de su asombro ver que dormir, había funcionado en su mejora.
— ¡¿Qué clase de magia negra es esta?!

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No quiero. -musitando, no queriendo dejar su cama.-
Audwin, estás hirviendo aun con sábanas finas. ¡Si no te bañas rápido te dará un golpe de calor! -hablándole a su espalda.-

No obtuvo respuesta.
Bien, iré a traer un balde. -seria-

Y abriendo sus ojos como platos se dio vuelta.
Y-ya voy. -nervioso.-
Fantástico. -sonriéndole, dando a entender que había sido vencido.-
Pero ayúdame. -extendiendo sus brazos para que lo levantase.-
¡Estás loco, no te avanzaré!
— Muy tarde. -con una sonrisa. Había dado vuelta a la tortilla.-

Signy tuvo que batallar por mantenerse de pie con el peso de su esposo hasta llegar a la ducha.

Si al final termino con la espalda rota serás tú el responsable. -refunfuñando.-
— ¿De qué hablas? No peso tanto. Solo son mis músculos.

Sonrojada, lo lanzó con ímpetu dentro del baño, cerrando su puerta.

Día 3:
Los dolores de cabeza en Audwin habían desaparecido, junto con unos cuantos grados de su temperatura.
¡Que bien! Creo que mañana estarás como nuevo. -despeinando su negro cabello.

Éste sonrió, mas no pasó tanto para que haga una mueca al mismo tiempo de apretar su hombro. Sorprendida, ella accionó.
Ven, acuéstate boca abajo.

Procedió a masajear su espalda, haciéndole suspirar de alivio, liberando su tensión.

A pesar de ser la primera vez que tocaba su torso desnudo, se encontraba tranquila, disfrutando ambos de un ambiente relajante.

Día 4:
Signy llevaba un termómetro en su mano, yendo al cuarto donde reposaba su ya no muy enfermo marido.
Si mis cálculos no me fallan, debería curarse hoy. -pensando.-

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— ¡37° exactos! Ya estás curado al fin. -sonriente. Sin embargo, ésta se desvaneció al darse cuenta de un pequeño detalle. Su ceño fruncido espantó al pelinegro.— ¿Pudiste haberte hechizado y entonces curarte?

Lo había dejado perplejo.

Antes de que pudiese responder, ésta lanzó un estornudo junto con varios escalofríos alrededor de su cuerpo.

¡Signy! -levantándose, con la fuerza recobrada.— Recuéstate. -ayudándola.— ¿Dónde están mis mantas? -recordando que solo tenía sus finas sábanas.-
— Las mandé a lavar.- tiritando.-

¿Qué podía hacer ahora?

Por instinto miró la capa de su icónico traje que ahora llevaba puesto debido a la mejora de su estado de salud.

Siéntate.
Y así lo hizo, con dificultad.

¿Qué estás haciendo?
Audwin se sentó a su lado, extendiendo su capa alrededor de ambos, abrazándola, envolviéndolos en calor.

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Lamento, no haber usado mi magia para curarme. -rompiendo el hielo.— Solamente quería saber por primera vez, que se siente ser cuidado en enfermedad.- con voz entrecortada.-

Signy se sentía destrozada, había estado tan ocupada por aquellos tres días que no había pensado en esa posibilidad.

Acarició su mejilla lentamente.
Perdón. Debí haberlo sabido. -con sus ojos cristalinos.-

Él sonrió.
Está bien, no nos preocupemos por eso.- besando su frente al notar la sinceridad, a pesar de que no fueron muchas, pero suficientes, de sus palabras.-
— ¡No me beses! Podrías contagiarte otra vez.
— No me importa. Igual me curaría después. Además parece que seré ahora el doctor. -divertido.-
— ¿Y por qué no usas tu magia también, eh?
— Que mala, además que te ofrezco la oportunidad. -bromeó— Ahora soy yo el que debe cuidarte.
— Oh, pues te será difícil. Me vengaré de todo lo que me hiciste sufrir.
— Ja, ja. Eso ya estará por verse.

Notó que seguía tiritando un poco, así que decidió usar un poco de magia para mimarla.

Toma esto, te ayudará. -ofreciéndole una bebida achocolatada caliente.

Aceptó gustosa con dulzura por sus acciones.

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Acabada su taza, observaba como relamía el bigote de chocolate que se le había formado por encima de su comisura labial.
— Rayos.
— ¿Qué sucede?
— Ahora deberé esperar más tiempo.
— ¿Para qué cosa?

Volteándose, para más de cerca.
Besarte. -guiñándole.-









Wuuujuuuu al fiin🤣🥳💖gracias por esperarme hermos@. Lamento haberte hecho esperar mucho. Pero finalmente aquí está :D🤧❤️✨
Te amo muchísimo 💖💖creación de Dios😚💗💗💗
Y nos vemos en un nuevo oneshot❤️✨
Dios te bendiga hoy y siempre🥰🥰🥰

"Signy X Audwin" ~OneShots~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora