Capítulo 35: El accidente

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Gackt y Samanta habían decidido el dejar la habitación del hotel para alquilar entre los dos una pequeña casita cerca del Esmeralda. Para la chica había sido un paso bastante grande, pues para ella la primera vez había sido la última. El peli-negro tuvo que recurrir hasta sus compañeros del GJob para que convencieran a la joven, pero esta seguía reacia al cambio. Ya no sabiendo mas que hacer, optó como ultimo recurso, llamar al argentino.

FlashBack

—Mira... Como el me explicó las cosas, me parece que es algo bueno cambiar, y si Lucinda te ofreció tu antigua habitación y te negaste, el hacerlo provocará menos gastos para ambos—.comentó el rubio analizando la situación.

—¿Tu crees que sea bueno hacerlo tan pronto?—.cuestionó la castaña preocupada.

—¿Y porque no sería bueno?—.preguntó a su vez el nipón—.Aquí en el hotel se paga mucho dinero por las estadías prolongadas y la primera noche me dijiste que solo al entrar ya querías sacarme a patadas.

—Eso fue por tu culpa—.dijo la oji-miel indiferente.

—Disculpen, pero no estoy entendiendo—.comentó el oji-azul perdido.

—Te lo voy a resumir: Lo que pasa es que este bruto hizo reservación en el hotel Virrey—.explicó señalando con la cabeza al que tenía sentado a su lado.

—Espera espera espera... ¿La llevaste a un motel VIP?—.preguntó sorprendido el rubio.

—¿Ahora soy un bruto?—.preguntó el peli-negro molesto mirando a su asistente—.Por Kami, no sabia que era un hotel de esas características... ¿Cuantas veces voy a tener que pedir perdón?

Samanta al oírlo,  solo rodó los ojos y se cruzo de brazos. Noel solo los miraba con una sonrisa divertida.

—De hecho si lo buscas en Google aparecen imágenes con la leyenda «Hoteles Románticos»—.comentó el pianista.

—No agregues más leña al fuego por favor—.le pidió el cantante suspirando.

—¿De que leña hablas?—.cuestionó confundida la colombiana—.El fuego ni siquiera está prendido hombre.

El oji-marrón volvió a suspirar. El argentino al verlos actuar de esa manera, tomó la palabra.

—Si me dan el permiso de decir algo... Ustedes parecen una pareja que está casada hace 5 años—.dijo con los brazos cruzados para ver que reacción tenían.

Al escuchar lo dicho por el otro, ambos se voltearon para ver la pantalla abochornados.

—¿Qué es lo que dices Noe?—.preguntó la castaña sonrojada.

—Ella tiene razón... No tenias porque decir eso—.comentó el Camui moviéndose incomodo en la silla.

—No se hagan los idiotas y aceptenlo... Ustedes se dejaron de tratar formalmente desde que yo llegué—.dijo el argentino rodando los ojos.

Los dos se miraron y desviaron la vista avergonzados, acción que lo hizo negar con la cabeza.

—Bien, dejando de lado eso para volver a entrar en el tema anterior; si se mudan, podrás adaptarte en esta nueva etapa que comienza para los dos—.le explicó su mejor amigo.

—¡¿Eh?!—.casi chilló Samanta escandalizada—.Aquí no está comenzando nada... Esto solo lo hago por Mamá y Felicia—.dijo esta indignada por la insinuación.

—Como sea...—.comentó Noel poniendo los ojos en blanco—.¿Lo harás?—.le preguntó.

La colombiana miró a su amigo a través de la pantalla y lo pensó por unos minutos. Suspiró al ya haber tomado una decisión... Esperaba no equivocarse con aquello.

Fragance|| (あなたの心に届きます)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora