Capitulo 36: Hospitalización y cumpleaños

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Nota de Autora: Este es un capítulo un poco difícil y los que tuvimos o tenemos familiares en el hospital lo sabemos...

A leer!

Samanta al oír la noticia, no pudo evitar soltar la bandeja que traía... Aquello no podía ser cierto.

—No...—.jadeó negando con la cabeza con la mirada aun en la pantalla—.¡Le dije que no debía salir en esas condiciones!—.sin decir nada mas, corrió hasta la recámara para colocarse rápidamente una chaqueta, tomó las llaves de su motocicleta (la cual había recuperado del hangar de su padre) y salió afuera, seguido por el asiático. Este la tomó del antebrazo con el ceño fruncido.

—¿Porqué te vas de esa forma? ¿Que es lo que sucede?—.le preguntó confundido.

—¡Sueltame!—.chilló tratando de llegar al vehículo.

—No lo haré hasta que me digas que pasa—.dijo el cantante con expresión seria.

—¿Quieres saber que pasa?—.cuestionó molesta—.Bien, te lo diré... ¡Puede que mi madre se encuentre entre los fallecidos y tu me retienes aquí!—.expresó en un grito.

Gackt al escuchar eso la miró sorprendido. Lentamente aflojó el agarre y la dejó subirse al vehículo. La chica al verse libre, se montó y colocó la llave en su lugar arrancando el mismo.

—Cuida a Felicia y si puedes, recoge los cristales del suelo... No quiero que se lastime; no se cuando regresaré por lo que en el refrigerador hay comida y dos rebanadas de tarta, procura que cene bien y se acueste temprano Gacchan—.le pidió la oji-miel preocupada y arrancó a toda velocidad con rumbo a la autopista.

El Camui la observó marcharse y al no verla suspiró. Se volteó para mirar la casa y cerró los ojos. Tras unos minutos, volvió a entrar. La pequeña lo esperaba en la entrada.

—¿Que sucedió con Sam? ¿Porque se fue?—.preguntó con señas. Al verlos salir precipitadamente de la residencia se preocupó.

—Sam se fue porque posiblemente Lucinda se encuentre herida—.respondió tratando de mantenerse calmado. Con mucha paciencia y ayuda de su asistente, había aprendido a entender las señas que hacía, pero aún se le complicaba el hacer lo mismo.

—¿Le sucedió algo malo a Ma Lucinda?—.cuestionó la oji-verde con los ojos llorosos. Al verla en ese estado, el peli-negro miró al techo y la tomó por los hombros para mirarla fijamente. No tenía idea de como calmarla; tampoco sabia como calmarse el mismo.

—No sucedió nada con ella Feli... Lo mas probable es que regrese en unos cuantos días, no te preocupes, ¿De acuerdo?—.le preguntó tras suspirar nuevamente.

La niña lo miró por unos segundos y bajó la cabeza. El oji-marrón esperó hasta que la pequeña asintió. Para distraerla, le pidió que le ayudase a levantar los vidrios rotos. Después de asegurarse bien de que no tuviera cortes en las palmas de las manos, llamó a Catherine. Tras unos intentos en los cuales le dio ocupado, pudo hablar con ella.

—¡Hola Toby! ¿Como te encuentras?—.preguntó en tono alegre.

—Maso menos Cath... No se si habrás visto las noticias—.respondió él pasándose una mano por el cabello.

—Si lo he visto, pero no entiendo para que me llamas—.comentó confundida.

—Lucinda estaba abordo de ese autobús—.dijo sin rodeos.

—Cielo santo—.jadeó impresionada al oír aquello.

—Necesito que vengas porque Sam se fue y estoy solo con Felicia—.le explicó cerrando los ojos—. ¿Puedes?

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⏰ Última actualización: Oct 04, 2021 ⏰

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