Capitulo 29: Con un poco de ayuda de mis amigos

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Nota de Autora: Cuando les indique, coloquen la canción. Desde ya pido disculpas si hay mala ortografía :(

Tras varios días de viento, las personas comenzaron a transitar por las calles de la helada ciudad. Gackt y Samanta se encontraban arropados dentro de la cama mirando películas. En realidad, el peli-negro no quería, pero no pudo negarse tras la cara de perrito mojado que le puso su asistente. En esa ocasión, estaban viendo Gatúbela.

La película transcurría con normalidad; la cinta fue pausada a la mitad. Lo que le hizo fruncir el ceño.

—¿Porqué la detuviste?—.preguntó confundido el Camui con una ceja alzada.

—Quería ver si estabas concentrado—.comentó la castaña sonriendo apenada.

El comentario lo hizo suspirar rodando los ojos. La joven volvió a colocar la cinta y se volvió a sentar con un plato de chucherías dulces, pues también se había levantado. Llegado a cierto punto, las colombiana hizo un comentario que lo sorprendió.

—Hubo un tiempo en el cual fui muy fan de Hally Berry... Tanto me gustó esta película, que me conseguí ese traje tras mucho esfuerzo—.le dijo volteándolo a ver y volviendo a las imágenes frente a ella.

El cantante al oír eso, tragó saliva. Tendría que pensar en otra cosa para no imaginarse nada inapropiado con ella sentada a su lado.

—Todavía tengo la chaqueta, después si quieres, te la mostraré—.comentó con una sonrisa.

El mexicano tenía razón... Ella no tenia idea del poder de seducción que poseía.

—¿E... En serio?—.preguntó tratando de dejar de torcer, pues se había atorado con una barra de cereal.

—Perdóname—.dijo la joven sirviéndole un poco de agua en un vaso para que pudiese pasar la comida mientras que le palmeaba suavemente la espalda.

—¿Acaso querías matarme? —.le preguntó con los ojos entrecerrados mirándola acusadoramente.

—¿Eh?—.cuestionó ella con una ceja alzada—.No fue mi culpa, tu prestaste atención a lo que dije—.se defendió.

—Si, claro...—.dijo el nipón rodando los ojos. Sabia que tenía razón, pero últimamente disfrutaba verla enojada por cualquier cosa.

—En ese caso... Si eso es lo que piensas, no diré nada más—.sentenció la oji-miel indignada cruzándose de brazos.

Gackt rodó los ojos y negó con la cabeza. Podría gustarle verla enojarse, pero se veces era insólito. Decidió seguir mirando la película, ya que ella había comenzado a ojear su celular.

Samanta estaba viendo su Facebook cuando recibió un mensaje de Carmen. Frunció el ceño al leer el contenido del mismo, por lo que decidió dejarlo pasar. Tras unos segundos, una pequeña piedra golpeó la ventana de su habitación.

—¿Y eso? —.preguntó el oji-marrón poniendo la película en pausa nuevamente.

—No tengo idea—.respondió confusa caminando hacia la ventana y corriendo la cortina. Miró para todos lados, tratando de averiguar de donde vino, que se asustó al ver otra piedra golpear el vidrio.

—¿Quieres que me fije yo?—.cuestionó preocupado.

—Estoy bien... No entiendo porqué pasa esto—.dijo la chica volviendo a sentarse en la cama donde estaba su teléfono que comenzó a sonar dándole el aviso de que le había mandado mensaje Mario. Lo abrió y decía lo mismo: “Ven y verás las estrellas” . Decidió no responder e ignorarlo como el anterior y volvieron a escucharse los piedrazos. Se acercó de nuevo cubriéndose con la tela y abrió los ojos como platos al visualizar a sus amigos en la calle.

Fragance|| (あなたの心に届きます)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora