Gackt Camui siempre fue una persona egocéntrica y arrogante. Los managers y sus aliados se congenian para bajarlo de las nubes contratando una mujer para su equipo.
Mientras tanto, Samanta es una joven estudiante de intercambio de la ciudad de Colo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya habían pasado semanas de lo ocurrido, habían pasado semanas desde que comenzaron a trabajar juntos, al principio chocaban casi siempre; pero ahora se llevaban maso menos bien.
El nipón estaba sentado en el sillón del departamento de Sam esperando que esta terminara de cocinar. (Porque esta ya había regresado a su hogar)
-¿Te falta mucho?-le preguntó con cierta molestia-
-No llores que ya casi termino-dijo Sam desde la cocina-
Para calmar sus ansias, la chica decidió poner un poco de música; latina para ser precisos.
Gackt miró el estereo con una ceja alzada y después desvió la mirada a cocina.
La oji-miel salía con dos platos llenos de comida. Él la observó interrogante.
-¿Qué?-le preguntó con inocencia- me gusta poner música. Colocó los platos en la mesa-
-Ya me di cuenta-dijo él rodando los ojos-
Ella se acercó hasta el nipón y cambió el tema.
-Ven, te quiero enseñar algo-le dijo la castaña ya estando frente a el peli-negro-
A regañadientes se levantó del cómodo sillon. Y fue a su encuentro.
-¿Que vamos a hacer?-le preguntó interrogante-
-Te voy a enseñar a bailar salsa-le dijo ella simplemente-
Gackt la miró con una ceja alzada.
-No me mires así, a mis compañeros les enseñé a bailar también- le respondió ella restandole importancia-
-Bien, Maestra. ¿Comenzamos?- le preguntó él en español en broma-
Ella lo miró con los mofletes inflados en gesto infantil. Gackt se río internamente por ese gesto.
-Bien, comenzamos. Yo pongo mis manos en tus antebrazos y tu pon tu mano derecha en mi antebrazo y la izquierda en mi cintura... Si me doy cuenta de que baja más te piso-le advirtió amenazante-
El nipón rodó los ojos. Exageraba.
-Debes balancearte de lado a lado lentamente, pero con un toque sensual-le explicó ella mostrándole como se hacía-
El peli-negro alzó una ceja mirándola hacerlo.
-¿Acaso esto es una invitación para cogerte a alguien?-preguntó Gackt. Si, cuando hablaba en español decía cosas que hablando en japonés son prohibidas-
Ella se sonrojó.
-No lo digas así-le dijo medio incómoda-es un baile aceptable en mi país-
-Si, ajá-respondió con ironía él-
-Si sigues hablando no te enseño una mierda-le dijo ella ya molesta por sus comentarios-
