La mañana había empezado bastante bien, la primavera había llegado y se hacía notar en el cálido clima que había. Camine hacia la cocina de mi departamento y me hice una taza de café, con la taza caliente entre mis manos me dispuse a ir hacia la habitación de Jay.
El pequeño niño aún dormía plácidamente sobre su cama, cuidadosamente me acerque hasta él y trate de despertarlo, él tenía el sueño ligero así que se levantó casi de inmediato, dio algunas vueltas en su cama con pesadez, pero finalmente sus ojos color miel se cruzaron con los míos.
—Buenos días, pequeño dormilón.
—Buenos días, mamá—habló tallándose los ojos con suavidad.
—Es hora de ir a la escuela, vístete.Le regale una sonrisa y el pequeño solo se removió en su cama, pero finalmente se levantó y fue hasta su armario para sacar su uniforme de él. Aunque Jay sólo tenía 5 años era un niño muy independiente lo cual era una de las muchas virtudes que el pequeño castaño tenía.
Salí de su habitación y me dispuse a hacerle el desayuno, hoy Jaden lo llevaría a la escuela ya que yo tenía que ir a una cita con el doctor, sabía que tenía el tiempo contado, pero me sentía agradecida por cada día que se me daba al lado de Jay. Unos minutos después el pequeño salió por la puerta de su habitación tomando asiento en la mesa, puse su comida sobre esta y él la comió muy agustamente mientras veía algo en la televisión.
Mi teléfono sonó en algún lugar de la casa y me adentro en su búsqueda, finalmente lo hallé entre las sábanas de mi cama, había algunas llamadas de Jaden así que lo llamé de vuelta, timbro unas dos veces hasta que pude escuchar su voz al otro lado de la línea.
—¿Todo está bien?—sonó algo preocupado.
—Sí, no encontraba el celular, ¿ya vienes en camino?.
—De hecho ya estoy aquí —la llamada se cortó.Aparté el teléfono de entre mis manos y caminé hasta la sala donde yacía Jaeden cargando a Jay.
—Soy yo o este pequeño está más grande que la última vez que lo vi.
—Tío Jaeden, nos vimos hace tan solo un día —dijo riendo.
—Los niños de ahora crecen cada vez más rápido.Los dos rieron y yo solo los mire con una gran sonrisa.
—¿Listo para ir a la escuela, cariño?—hablé para Jay.
—Iré por mi mochila.El pequeño corrió hasta su habitación y entonces le perdí el rastro. Jaeden se sentó en el sofá que había en la pequeña sala que teníamos y me miró algo intrigado.
—¿Qué sucede?—pregunté intrigada.
—¿Ya se lo dijiste? —sabía a lo que él se refería.
—Claramente no se lo he dicho—Jaeden apartó la mirada.—¿Cómo debería decirlo?
—No lo sé Lara, pero supongo que sería más sencillo que lo hicieras tú antes de que sucediera algo que...ya sabes.
—Antes de que muera, lo sé.El pequeño regresó con su mochila ya entre sus hombros.
—¿Cepillaste tus dientes, amor?
—Sí, mami.
—¿Seguro?Insistí, aunque sabía que lo anterior era verdad, Jay me sonrió mostrando los dientes y entonces sacudí su cabello con suavidad.
—Bien, tío Jaeden te llevará a la escuela ¿okay?
—Sí, está bien mami.Jaeden tomó al pequeño entre sus brazos y se dirigieron hasta la puerta del ascensor hasta donde yo los acompañé.
—Que te vaya bien, te amo—besé su frente.
—También te amo, mami.Me despedí de Jaeden y ambos se fueron dejando el departamento en un completo silencio, mi cita con el doctor sería en una hora así que me tomé el tiempo para ordenar el departamento.
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No quiero sexo quiero tu corazón - Payton Mooormeier -
Fiksi PenggemarCreo que la única manera de saber lo que tienes frente a ti es perderlo solo así sabrás lo que tenias y lo que perdiste... Lo hice sufrir tanto y lo trate como basura cuando lo único que él quería era mi corazón y yo por lo destruida que estaba no...