Capítulo 11: pt2.

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—Es imposible. —Yeonjun se dejó caer en el sofá mientras Soobin suspiraba de
manera exagerada.

Finalmente habían completado la lista que Soobin había escrito semanas atrás y todos los resultados no habían sido más que decepciones para ambos chicos.

—Creo que solo deberíamos dejarlo en paz —siguió el rubio, inevitablemente, el menor formó un puchero mientras observaba su dedo meñique y luego el de Yeonjun, ambos aún enredados con aquel hilo incapaz de romperse—, ¿Cómo es? —la voz de chico le hizo elevar la cabeza.

Sus miradas se encontraron un instante y su corazón pareció revolotear gustoso al verse reflejado en los ojos del chico.

—¿Te refieres al hilo? —cuestionó
mientras sentía su rostro sonrojarse,
afortunadamente, el mayor no pareció
notarlo.

—¿A que más? —respondió mientras
rodaba los ojos, pero no parecía fastidiado, contrariamente, una ligera sonrisa se dibujó en sus labios.

Era la primera vez que Soobin lo veía
sonreír a su lado y era lindo de algún modo.

—Es brillante —respondió volviendo a
observar el hilo—. Y bastante bonito, el
color rojo es muy intenso, casi hipnotizante —era verdad, incluso con
cada día que pasaba, parecía hacerse más fuerte, pero eso no se lo diría a Yeonjun.

—Me gustaría verlo —murmuró el chico de manera distraída, Soobin sonrió.

Pensó entonces que sería de él si no
pudiera verlo, tal vez la situación sería
menos dramática, el no tendría que
mentirle a su novio, porque ninguno lo
sabría, entonces no existirían tantos
problemas, Soobin amaba demasiado a
Beomgyu y se preguntaba constantemente porque el destino no le unió a él, cuando ambos se querían demasiado.

Por otro lado, con Yeonjun no tenía futuro como pareja, pero, Beomgyu en cambio se iba a enamorar de alguien más, alguien que si iba a merecer su cariño, que no le mentiría como él, alguien mucho mejor.

—Dijiste que ibas a mantenerte feliz, pero verte es muy lamentable —la voz del rubio hizo que la maraña de pensamientos negativos se detuviera un instante.

—No lo puedo evitar —se quejó
sintiéndose avergonzado.

— Todo va a estar bien, cariño, vamos,
sonríe para mi —Yeonjun tiró de sus
mejillas suavemente, inevitablemente,
Soobin soltó una carcajada—. Estás riendo.

—Soy humano, Yeonjun, es obvio que
puedo reírme —murmuró, las manos del rubio aún se mantenían en sus mejillas.

—Eres bonito cuando lo haces —su rostro se volvió rojo por completo.

Tal vez, si se hubiesen conocido en otras circunstancias, Soobin no hubiese dudado en enamorarse de Yeonjun.

Tal vez estaba pensando demasiado...

Tal vez estaba pensando demasiado

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Yeonjun realmente quería borrar aquellabexpresión de tristeza que se dibujaba en el rostro del chico sin que este pudiese controlarlo, lo entendía, ¿a quién le gustaría estar unido con alguien como el?, el rubio sabia que era todo excepto lo que S...

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Yeonjun realmente quería borrar aquellabexpresión de tristeza que se dibujaba en el rostro del chico sin que este pudiese controlarlo, lo entendía, ¿a quién le gustaría estar unido con alguien como el?, el rubio sabia que era todo excepto lo que Soobin esperaba para poder ser feliz, no era Beomgyu.

Choi siempre había sido un chico
inexpresivo y cuando se expresaba era de todo menos encantador, su mejor amigo en cambio siempre mantenía una bonita sonrisa y era muy dulce con todo el mundo, por eso el también se había enamorado de este.

Pero quería hacer algo esta vez, quería ser capaz de hacer sentir mejor a Soobin aún si no era bueno consolando a las personas, por eso, tomó el valor suficiente para atraer al chico cerca suyo y rodearlo con sus brazos.

Soobin se quedó quieto un instante y
Yeonjun se puso nervioso, ¿y si al menor le molestaba aquel abrazo...?

Su temor se desvaneció cuando el más
alto terminó de recargarse en su hombro y ocultó completamente su rostro en su cuello, podía sentir la cálida respiración de Soobin chocando contra su piel, se sentía extrañamente tranquilo al tenerlo en sus brazos.

—¿Puedo llorar? —cuestionó el pelimorado en voz baja.

—Si eso te hace sentir mejor, aunque vas a arruinar mi camisa...

—Cállate —Yeonjun pudo sentir la sonrisa del chico—. Gracias, he necesitado un abrazo todas estas semanas.

Yeonjun simplemente acarició sus
cabellos con suavidad, sintiendo las
lágrimas de Soobin, aunque no le
importaba realmente si arruinaba su ropa, porque lo único que tenía en mente era el pensamiento de protegerlo.

No importaba si el salía más herido en el proceso, su objetivo era que aquel chico molesto y llorón volviera a ser feliz junto a la persona que amaba.

¡No eres mi destino! (YeonBin AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora