Dulce Infancia

Capítulo 30: ¿Qué pasó con el profe?

Capítulo 30: ¿Qué pasó con el profe?

¿Qué es lo que acabo de escuchar?

No. No. No. No...No

Dios, ¿Qué parte de "solo amigos" no entendió?

Solo vine como una AMIGA, a ver a su AMIGO, por un minuto.

Ahora estoy parada como una estúpida en frente de Rider, y el está viendome con cierto brillo en los ojos.

Lo acepto, Rider es una muy buena persona y sabe tratar a cualquier chica como se merece, pero ahora no lo concidero mi tipo, yo ya tengo novio, y creo que sería muy cruel decirle:

"¿Recuerdas al otro chico que siempre me acosaba? Ahora somos novios. Mejórate pronto, te mandaré nutella de regalo y si te colocan algún yeso, seré una de las primeras personas en firmarlo. Adios"

Solo hay una cosa que hacer...

>>Dios, si me sacas de esta situación te juro que iré a misa y leeré la biblia completa, y cumpliré con mis tareas, y no insultaré a Logan y devolveré esa linda blusa azul-y me queda genial-pero por favor, ayúdame.

—Emm...hablando de eso...—solo dile la verdad. Él fue honesto contigo siempre y ahora tu debes serlo con él también—yo...—¡Dilo!—Tengo parásitos en los labios

Genial, Bonnie. Eres la chica más inteligente de toda la historia, esa es la mejor excusa que alguna vez he escuchado. ¿Entiendes el sarcasmo, no? ¡Ya estoy harta! ¡Búscate otra conciencia! No soportaré otra de tus tonterías. Hasta nunca.

—No te vallas, conciencia—susurro. Claro, como si fuera a regresar...

—¿Qué dijiste?

—Párasitos...en los labios. Ayer...comí una hamburguesa ya vencida y tengo parásitos. El doctor...Sebástian-Rodrigo-de los Garcilazos-de la montaña-del Pacífico sur me dijo que es muy contagioso— Dios, ¿que pasó con nuestro trato? ...¿Y de donde inventé ese nombre?

—¿El doctor Sebástian-Rodrigo te dijo que tienes parásitos en los labios por comen una hamburguesa vencida y por eso no puedes besarme?—pregunta alzando una ceja

—Sé que es una locura, pero es verdad.

—Bonnie, si no quieres besarme solo debes decirlo. No debes inventar al doctor Sebástian y parásitos...

—¿Qué? ¿Me estás diciendo mentirosa?—exclamo—¡Rider! ¡El doctor Sebástian si existe! Te daría su tarjeta pero es un doctor tan exitoso que no tiene tiempo para atender llamadas, tuve suerte para que me atendiera. Me dijo que debo aplicarme nutella en los labios cada tres horas para que el ardor pase. Ahora que lo recuerdo, debo ir a su consultorio porque también debe colocarme una inyección anti...anti-parasita...lícica. Mejor me voy ahora.

Mi respiración está acelerada y mi garganta me duele por alzar la voz. ¿Porqué debo hacer eso cuando miento? También he comenzado a parpadear rápidamente , y cuando voy a salir mi cabeza choca contra el marco de la puerta.

—Auch—murmuro. Él me mira sin expresión alguna—El doctor me dijo que eso era efecto secundario de la inyección, parpadeo mucho y alzo la voz, no tiene nada que ver con las mentiras.

Finalmente logro salir y cierro la puerta. Apoyo mi espalda en la pared y doy un largo suspiro.