Dulce Infancia

Capítulo 23: Castigo y..¿Mi profesor?

Dedicado a: NaguellyVillacorta. ¡Hola!

Capítulo 23: Castigo y..¿Mi profesor?

El despacho del director no es pequeño ni grande. El ambiente ya me es familiar ya que he estado aquí antes: la primera vez fue lo del HMG...o no se qué, y ahora esta. Los sillones son de cuero y sobre el escritorio hay fotografías de su familia: una mujer de unos treinta y pocos y un niño pequeño de unos cuatro años.

Justo cuatro años...

La edad que tenía cuando me peleaba con Cory, la pelea de comida me hace recordar algo parecido que nos pasó.

(Hace 10 años)

Todos estábamos reunidos en un círculo en medio del césped, mis compañeros del kinder y algunas maestras que nos vigilaban. En medio de nosostros habían varias cestas de picnic con diferentes tipos de comida para niños. 

Yo estaba en un lado del círculo y Cory estaba en unos seis niños más allá, las maestras nos tenían vigilados a ambos y nos mantenían alejados mutuamente por pedido de nuestros padres, ya que siempre regresabamos con algún problema emocional más. Ya que como antes lo había mencionado, siempre nos defendiamos con palabras, extrañamente nunca con golpes.

Volviendo al tema, todos los niños estábamos formados en un círculo y cada uno podía levantarse e ir por algo más de comer buscando en las cestas. En algún momento, me levanté para ir por un sándwich, y en la cesta solamente quedaba uno, estaba por tomarlo hasta que mi mano se topa con otra.

—Yo lo ví primero, Cory—le digo con voz dominante

—No es cierto, yo lo ví primero

—Mentiroso—entrecierro los ojos, agarrando con más fuerza el sándwich

Cada uno comenzó a jalar un lado del séndwich hasta que se partió en varias partes...y lo dejamos machacado sobre el pasto. Él se pone de pie y se limpia los jeans con las manos.

—Si...Creo que es tuyo—comenta con una sonrisa

En ese tiempo, nadie se metía con mis sándwiches de jamón y queso. 

Molesta, tomo un puñado de crema batida, para acompañar al helado de vainilla, y se lo lanzó en la cara. Con una mueca de disgusto, se pasa ambas manos por los ojos para poder verme.

Y en ese momento él no tarda en lanzarme chocolate derretido, pero agacho el rostro, haciendo que caiga en mi cabeza y deslizandose por mi frente. Escucho su risa y la de otras niñas que siempre estaban de su lado. Dios...eso lo tenía desde niño.

Tomo otro puñado de crema batida, pero esta vez se la tiro a una nila con coletitas. No sé porque, pero lo hago. Ella me responde arrojandome helado de fresa, sin embargo lo esquivo y le cae a otra niña. Allí comienza oficialmente la guerra.

(Actualidad)

Y lo que pasó después no es tan importante, solamente Cory y yo comenzamos a gritarnos insultos ridículamente insultantes para un par de niños de 4 y 5 años.

 —Señorita Blair—el director me distrae de mis pensamientos—Primero, humilla a su compañera en frente de todo el colegio y ahora, comienza una guerra de comida.