Capítulo 1: Todo empieza

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Capítulo 1: Todo empieza

Tres palabras

Tres palabras que son capaces de cambiar tu vida

Tres palabras que te dan ganas de aferrarte con esposas a la puerta de tu casa

Tres palabras que abren nuevamente las posibilidades del bulling

Cambio de escuela

Le rogué a mi papá que no me cambie de escuela, pero ya es muy tarde. Lo que sucede es que mi hermano mayor el "DON PERFECTO" se ha ganado una beca para la secundaria Avalon High. 

Ahora yo estoy obligada a ir con él. Debo despedirme de mis amigos, y sobretodo, de mi novio, aunque de eso no hay problema, mi padre me dijo que terminará con él. Lo descubrió hace unos días besandonos en la sala de la casa. Literalmente lo sacó a patadas de la casa, también le arrojó la escoba a la cabeza.

Según Logan, mi hermano un año mayor que yo, la secundaria Avalon High es una de las tres mejores de todo San Diego: buenos maestros, ambientes amplios e impecables...El único detalle que se le olvidó contarle a mi padre fue el uniforme.

El de los hombres es normal: un pantalón rojo con zapatos negros, una blusa blanca y una corbata roja, la cual es opcional para algunos.

El problema es mi uniforme: camisa blanca, corbata roja, zapatos negros con medias altas hasta la rodilla y una falda de prostituta roja.

Si esta no fuera una buena escuela mi padre me hubiera sacado en un dos por tres, aunque me obligó a llevar un shot negro por debajo de la falda. Aún así me siento demasiado expuesta, mi unifome en Lincon High no era tan corto.

El auto de mi pader, Matt, se detiene en frente de la escuela.

—Bueno—dice quitando el seguro de todas las puertas—finalmente llegamos

—Gracias, pa—se despide rápidamente Logan—no quiero llegar tarde, quiero el mejor lugar en la clase

Nerd—pienso

—Genial, campeón—lo alienta mi padre antes de que Logan salga corriendo como si estuviera en una pradera.

Antes de abrir la puerta del auto, mi padre me detiene.

—Bonnie, espera un segundo

—¿Qué sucede?

—Te tengo un regalo 

—¿Que es?—le pregunto mientras abro la caja que me da—¿Gas pimienta?

—Por si hay algún mañoso quiere propasarse contigo

—Papá, nadie querrá eso—digo guardando el gas pimienta en mi mochila y pensando en mi apariencia: cabello rubio rizado aunque desaliñado, ojos cafés aunque grandes en mi rostro, alta pero tampoco baja, plana (más la delantera que la trasera). O así me veo yo, no sé como me verán los demás.

—Solo por precausión, cariño

—Esta bien—digo bajandome del auto

Mi padre es muy sobreprotector desde la muerte de mi madre hace unos años. Me cuida demasiado, como si yo fuera un ratón y él fuera un perro protegiendome de los gatos.

El patio principal es grande, con pastos verdes amplios, después está la entrada principal y al entrar, están los lockers. Al matricularme, me dieron el número del mío, es el 257. Está frente a otro patio donde están entrenando chicas porristas con el uniforme todavía más corto. 

Y pensé que la prostituta iba a ser yo con este uniforme.

Cuando dejo mis cuadernos y vuelvo a cerrarlo, voy al salón de clases. En la primera hora me toca matemática. Siempre la he odiado, he pensado en ser modelo al principio, pero al no tener cuerpo, saqué esa idea de mi cabeza, así que podría ser editora de revistas.

Y esa no es la única razón, no entiendo porqué combinan las letras con los números.

*Lo que está en la pizarra:

3X=63/7

3X=9

X=9/3

X=3

*Lo que veo yo:

 3.547X=89/5

3.648Z=5745.5

T=4648/613.1

Q=WTF?

Entro al salón de clases, Logan tenía razón, es amplio y si es impecable. Las carpetas son de dos y solo hay unos 15 chicos y chicas. ¿Tan tarde llegan todos?

Me siento en una de las carpetas vacías en el intermedio de la parte de atrás. Ya que no quiero ser tan nerd como mi hermano o tan rebelde como el chico que acaba de entrar.

Tiene cabello castaño y ojos avellana. La camisa del uniforme está fuera de su pantalón, su corbata mal puesta y los dos primeros botones desabrochados.

Damas y caballeros, tenemos a un mujeriego.

Aunque algo en él se me hace muy familiar. Y cuando veo una cicatriz en su muñeca todo llega junto.

Las peleas, la cicatriz, los castigos...

¡Yo sé quien es!

—Cory

Dulce InfanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora