Dulce Infancia

Capítulo 14: Una noche perfecta

Capítulo 14: Una noche perfecta

Después de cambiarme la pijama por unos jeans, una blusa blanca manga larga, una chaqueta marrón con botines del mismo color.  Pablo insistió que me coloque un poco de labial y rimel. Nunca me había maquillado, pero esta es una ocasión especial.

Estoy por abrir la puerta principal cuando recuerdo algo:

—La alarma—le murmuro a Pablo mientras regreso a mi habitación

—¿Qué alarma?

—Mi padre instaló una alarma desde que vino Rider a la casa, la enciende durante las noches cuando está aquí y no viajando, solamente él sabe la contraseña y no puedo abrir la puerta sin desactivarla.

Se queda pensativo por un momento

—Sal por la ventana—ordena

—¿Qué?—exclamo

—Si quieres ver a Cory sal por la ventana, de todos modos, él está abajo y te sostendrá si llegas a caerte

—¿Si llego a caerme?

—No seas gallina y salta

Miro por la ventana y calculo mentalmente hasta el suelo. Mi habitación es de dos pisos y cada uno de ellos medirá unos tres metros o tres y medio, así que en total serían 6 o 7 metros hasta Cory.

 Por Cory...Por Cory

Paso una pierna alrededor de la ventana y luego la otra, así q ue todo mi cuerpo está fuera de mi habitación, me sostengo del marco de la ventana para ir bajando con cuidado. Apoyo un pie en una parte de la pared exterior con una ligera saliente. Solamente debo llegar abajo, cruzar la cerca y finalmente llegaré a la calle.

Estoy no tan felíz de la vida bajando cuando mi pie se desliza de la pared, ahora mis pies están intentando buscar algo en donde apoyarse mientras mis manos se sujetan aún de mi ventana.

—¡Ayuda!—aúllo

 —¡Dejate caer!—grita Cory cruzando la cerca para llegar hasta donde estoy

—¡Estás loco! 

—Yo te sostendré, Bonnie

No puedo mirar hacia abajo, siempre he sido una persona muy nerviosa, si volteo caeré, pero Cory me sontendrá

Una parte de mí quiere soltarse y dejar que sus brazos estén a mi alrededor. Por el otro lado, otra parte de mi me dice que si me suelto seré tortilla de conejo.

—Confía...—me saca de mis pensamientos

No pienso en nada y mis manos sueltan el marco

Dicen que cerrar los ojos ayuda en algo, sin embargo, el que dijo eso era un gran mentiroso.

Mi cuerpo siente muy bien como cae: medio metro, un metro, metro y medio...¿tan grande es mi casa?

—Bonnie—suspira Cory—ya puedes abrir los ojos. Tiene un brazo alrededor de mi espalda y la otra bajo mi rodillas.

—¿A que hora caí?—pregunto parpadeando

—Incluyendo el tiempo en el que gritaste, el que no habrias los ojos y en el que Pablo grito desde arriba "Oww" cuando te atrapé...digamos que un par de minutos.