CAPÍTULO 10 - CONFUNDIDA

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Lo pensé un poco, tal vez la pelirroja me ayude.

— Oye, Bev, ¿Crees que pueda quedarme en tu casa? Sin que lo note tu papá, claro, no quiero molestar a los chicos.

— Claro, podemos planear algo para que no note que estás ahí, pero dormirás en mi cama — asentí abrazándola y nos fuimos juntas despidiéndonos de los chicos.

Nunca antes nos habíamos juntado para hacer una pijamada por nuestros padres, pero ahora sería la oportunidad.

Llegamos y por suerte su papá no estaba. Antes de entrar comenzó a llover entonces me prestó ropa ya que teníamos casi las mismas tallas.

Cerró con pestillo y nos quedamos ahí.

— Bev, quería contarte lo que vi ese día — asintió y nos sentamos en su cama — El día que vi a Eso me mostró algo, era cuando mi madre murió...

FLASHBACK:

Con mamá planeamos irnos de viaje, a un lugar tropical todo el fin de semana.

Oye, mamá ¿Puedes comprarme un perrito? Te juro que lo cuidaré.

Hija, eso dijiste del pez, de tu hamster, de...

Mejor ya no.

Todo salía bien, ella manejaba el automóvil y yo miraba el paisaje, pero vi algo muy lindo que me llamó la atención al instante.

Era un globo rojo, estaba en medio de la nada. Me sorprendí demasiado porque mientras seguíamos avanzando y el iba junto a nosotras. Deseaba tenerlo.

¡Mamá! ¡Para! ¡Mira ese globo! parecía una niña pequeña aunque tuviera 14 años.

Algo me llamaba, ese globo era especial, me atraía al punto que llegué a emocionarme tanto que intenté saltar por la ventana.

¡______! ¡¿Que haces!? ¡Basta! — me agarró del suéter que traía, pero eso no me detuvo, estaba a centímetros de agarrarlo — ¡¡Hija!! — dio un grito que hizo que le preste atención. Miré al frente y era un camión negro con rayas blancas.

Parecía una película, mi madre no logró controlar el automóvil y chocamos tan fuerte que salió por la ventana. Salí lastimada, tenía muchas heridas por todo mi cuerpo y con las pocas fuerzas que tenía me acerqué a mi madre.

¡No! ¡Mamá! Porfavor responde, no puedes dejarme, tenemos que irnos, ¡Mamá, porfavor! ¡Despierta! Te lo suplico — ella estaba tirada en medio de la carretera. Tenía algo enterrado en la cabeza, estaba llena de sangre.

Todos los autos pararon y me ayudaron, yo solo gritaba para que no me alejen de mi madre.

Un señor con cara de niño, muy alto y una mirada fija, me llevó hasta un lugar seguro.

FIN DEL FLASHBACK.

Sentí lagrimas en mis ojos, pero me contuve. Beverly me miraba triste, sus ojos estaban llorosos ya que ella conoció a mi madre.

— Fue mi culpa — me abrazó muy fuerte.

— No lo fue, simplemente fue un accidente, nunca pienses que fue tu culpa.

Solo Un Camino... Gemelos TozierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora