Solo Un Camino... Gemelos Tozier

CAPÍTULO 14 - FUE SUFICIENTE

Llevamos a Eddie a su casa donde obviamente estaba su mamá. Todos estábamos llenos de tierra, algunos con heridas y obviamente su madre pensó mal.

— Ustedes hicieron esto, saben lo delicado que es — habló la Señora K. llevando a Eddie a su automóvil. Él solo sollozaba.

— Nos atacaron, S-señora K.

— No, no trates de culpar a nadie — en ese momento se le cayeron las llaves y Beverly intentó levantarlos — ¡Deja! — ella la miró asustada — He oído de ti, Beverly Marsh. No quiero que una chica sucia como tú toque a mi hijo — me miró con rabia — Ni tú, ______, confié en ti — iba a decir algo, pero Bill me interrumpió.

— Señora K, le j-j-j...

— ¡No! ¡Son unos monstruos! Todos, ¿Oyeron? Y Eddie ya no saldrá, ¡¿Escucharon?! ¡Se acabó! — subió a su automóvil y lo arrancó.

— Casi matamos a Eddie... — dije abrazándome a mi misma viendo el automóvil irse.

— Ya vimos el pozo, sa-sabemos donde está y-y la próxima iremos preparados.

— Bill... — intenté hablar, pero nuevamente me interrumpieron.

— ¡¡No!! ¡No habrá otra vez, Bill! ¡Estás loco!.

— ¿Por qué? Sabemos que nadie más va hacer nada.

— ¡Por poco mata a Eddie! Y mira a estos idiotas, ¡Están goteando salsa de tomate! — dijo Richie refiriéndose a Ben y Boris.

— No podemos fingir que se va ir. Ben, tú lo dijiste, Eso vuelve cada 27 años — el ambiente se había puesto pesado.

— ¡Bien! Tendré 40 y muy lejos de aquí, creí que tú también querías irte de este lugar.

— Si, pero quiero hacer algo importante, no huir — todos callamos.

— Perdón, pero ¿Quién invitó a Molly Ringwald al grupo? — Beverly le sacó el dedo del medio a Richie — Digo que hay que enfrentar los hechos, el mundo real, murió Georgie, no hagas que nos maten también.

— ¡Georgie no está muerto!.

— No pudiste salvarlo, pero te puedes salvar tú — Richie intentó irse, pero Bill lo detuvo.

— ¡Bill, basta! ¡Acéptalo de una vez! No podemos seguir haciendo ésto por tu hermano muerto — Boris lo alejó de Richie.

— ¡No! ¡D-discúlpense! Están asustados, igual que todos, pero ¡Discúlpense! — empujó a Richie y eso fue gota que derramó el vaso.

Richie hizo lo mismo, pero esta vez Bill respondió dándole un puñetazo.

Boris lo miró enojado. Poco a poco se acercaba a Bill con una expresión sería y apretando los puños, pero lo detuvimos.

— ¡Bill! — Beverly y yo gritamos al unísono.

— ¡¡Son unos perdedores!! ¡Y los matará ese... Maldito payaso!.

— ¡Esperen! — agarré a Richie del brazo y habló la pelirroja.

— Es lo que Eso quiere, quiere dividirnos. Estábamos todos juntos cuando lo lastimamos, ¡eso! nos mantuvo con vida.

— ¿Si? Yo planeo seguir con vida — Richie empujó a Bill y todos comenzaron a irse.

— Púdrete — susurró Boris y se dirigió dirigió su bicicleta.

Me quedé estática en mi lugar, nunca creí que esto pasaría.

— Mike... ______... — miré a ambos.