The Other Wordl New Legends (Editando)

21-Escudo y Espada

Me puse de pie tratando de disimular el inmenso dolor emocional que sentía a causa de las palabras de Alice, era algo inútil pues todos habían notado la desilusión en mi rostro pero creía que en ese momento era lo mejor que podía hacer, Alice me observaba con una sonrisa torcida sin saber que hacer al igual que yo, sentía como si todo a mi alrededor diera vueltas y en como en mis parpados se acumulaban lagrimas que no permitía escapar.

-Está bien, solo amigos –dije sonriendo pero sentía como si las palabras fueran navajas lastimando mi garganta- no te preocupes, fue algo demasiado precipitado y no estaba pensando bien a consecuencia del calor de la batalla.

¿Estás bien? -Sus ojos aún se veían llenos de brillo y era lo que más me dolía- Evans, lo siento mucho.

Sonreí falsamente dando a entender que estaba bien y que no tenía nada más que decir, después la observe a ella que se encontraba más tranquila, entonces Cedric nos indicó que debíamos seguir avanzando, yo me di prisa al caminar para alejarme de la incómoda situación en la que me encontraba, y mientras volvía a caminar como acostumbraba y todos los demás estaban distraídos yo baje la mirada sin poder pensar en nada para distraerme de los que sentía, fue cuando Makoto y Max se acercaron a mí por ambos lados, yo trate de ignorarlos y ellos notaban que el rechazo de Alice fue algo doloroso para mí a lo que ellos solo pudieron colocar su mano en mis hombros de forma compasiva y sin palabras solo me observaban a mi tratando de no llorar.

-Evans, tranquilo amigo -Me dijo Makoto con voz compasiva y tranquila- Todo pasara ya lo veras.

-Gracias amigos –dije observando a ambos, el sentir su apoyo aminoraba el dolor, después continúe hablando aun disimulando el dolor- pero en realidad me gustaría estar solo unos momentos, así que por favor les agradecería que me dejaran solo.

-El caballero del Sekai al que enfrente era valiente y sabia afrontar los retos –me dijo Max mientras junto con Makoto se alejaban.

Al parecer ambos habían comprendido mi situación y me dejaron solo como les había pedido, yo estaba detrás de todos mis compañeros, todos seguían avanzando en un silencio que no era habitual en ellos pero en ese momento a mí me pareció perfecto, todo me daba vueltas y decidí pedir el consejo de la única persona que podría comprender a la perfección por lo que había pasado.

-Azazel -susurre con esperanza de que el respondiera.

-¿Qué sucede? –Escuche su voz en mi mente con un tono compasivo- ¿necesitas algo?

-Azazel, creo que es obvio el que observaste lo que me acaba de pasar –Mi voz se iba quebrando al ya no soportar las ganas de llorar.

-Si Evans, lo lamento mucho -Azazel respiro hondo y prosiguió- Pero aun no respondes mi pregunta.

-Pues ya que tú has vivido más que cualquier persona –trague un poco de saliva y después continúe- creí que tú serias la persona más indicada para brindarme un consejo antes de que yo me vea envuelto en otra batalla.

-Comprendo y creo que está bien –Azazel suspiro mientras pensaba y después continuo- Antes de seguir, dime que significa el amor para ti.

-En realidad nunca lo había pensado –dije mientras trataba de recordar lo que había sentido en momentos de mi vida donde había sentido atracción hacia otra persona- siendo honesto, creo que el amor es un laberinto donde se busca la felicidad, sin algún minotauro en el a cual derrotar, pues el minotauro, eres tú mismo.

-Si lo entendí bien, te refieres a que el amor es un laberinto o algo confuso, y el único problema que tiene este en tu búsqueda de felicidad eres tú mismo, ¿me equivoco? –dijo con voz seria y sin titubear ni pensarlo demasiado.