The Other Wordl New Legends (Editando)

1-Evans, el caballero del sekai

Abrí los ojos muy despacio observando el amanecer de un nuevo día, me senté en mi cama estirando los brazos sonriendo hasta que recordé que ese día era mi primer día de preparatoria lo que no me causaba nervios pero si me sentía un poco preocupado el pensar en la gran posibilidad que existía de que este mismo día tuviera que entrar a ese estúpido mundo que yo odiaba.

Después, con agua demasiado caliente me duche, desayune bastante bien tratando de no pensar en que posiblemente en mi primer día ya todos se dieran cuenta de mi condición aun que era difícil no pensar en ello con el uniforme de la escuela puesto, pero me daba igual, me despedí de mis padres que se mostraban orgullosos de mí, Salí de mi casa y después solo camine lentamente y cabizbajo distraído en mis pensamientos hasta que me di cuenta que ya estaba frente a mi nueva escuela, ingrese solo deseando llegar a mi salón lo mas rápido posible pero antes de hacerlo pude ver como tres alumnos de tercero molestaban a uno de primero pero solo apreté los puños y continúe mi camino de verdad desearía ayudarle pero estaba en las mismas condiciones que él o casi, metí mi mano al bolsillo de mi pantalón para sacar la hoja de mi horario de clases y cuando de la arrugada hoja de papel leí que mi primera clase era educación física, aun sin estar cerca de las canchas ya podía escuchar las risas y murmullos cuando yo tuviera que decir el hecho de no poder hacer nada en el Sekai pues yo ya tenido en cuenta en la primera clase de educación física en la preparatoria se acostumbra hacer duelos aleatorios donde deben participar todos los estudiantes que vigila el profesor pero tenía la esperanza de que mi primer clase de educación física tardara unos días.

Un escalofrió recorría mi cuerpo cuando pude ver que sin proponérmelo a los pocos minutos de caminar en el campus ya había llegado a la cancha, era horrible el casi saber lo que pasaría y de qué forma no podía a ver algo peor en mi primer día cuando una hermosa voz se dirigió hacia a mi

—Hola, disculpa -dijo esa hermosa voz que venía detrás mío y continuo mientras yo daba la vuelta —, Eres del primero B ¿O me equivoco?

—Sí, mi nombre es Evans —Contesto con voz suave y al dar la vuelta me encontré con la chica a la que era perteneciente la hermosa voz.

-que bien entonces eso significa que somos compañeros, mi nombre es Alice-

Ella era de baja estatura, su cabello era de color oscuro pero en algunos mechones de su cabello habían diferentes color llamativos, su piel era muy blanca y su sonrisa la mas hermosa que mis ojos hubieran observado alguna vez,

en cuando termino de hablar con su hermosa sonrisa me sonrio y lo unico que pude hacer fue devolverle la sonrisa, ella parecia tranquila mientras yo estaba demasiado nervioso pero me tranquilice un poco al ver sus bellos ojos de nosotros y antes de que yo pudiera seguir charlando con ella me interrumpió el escandaloso sonido de la campana y despues el profesor apareció llamando a todos los estudiantes de mi curso y rápidamente se acercaron a él un montón de jóvenes que a partir de hoy eran mis nuevos compañeros de clase.

—Buen día jóvenes yo soy el profesor Leo Haider, bienvenidos a la preparatoria y por el momento como se acostumbra empezaremos con los duelos aleatorios, así que veamos—dijo el profesor con voz gruesa.

Después comenzó a observar detenidamente a cada uno de nosotros y los pocos minutos señalo a un chico alto de cabello castaño que parecía tranquilo, el dio un paso enfrente y el profesor entre todos siguió buscando a alguien más para que fuera su contrincante, después en el momento que señalo a su contrincante sentí como si en ese momento fuera el más indicado para dispararme en la cabeza pues a la persona que el había señalado era yo, me acerque a él y en voz baja le explique mi condición y mientras el profesor con un gesto de pensativo yo podía escuchar algunos murmullos que venían de detrás mío, ya habían comenzado a opinar negativamente acerca de mi o al menos eso parecía.

—En mi clase no hay excusas —me dijo el profesor sonriendo

Después de que el profesor digiera eso se dio la vuelta y de una maleta que se encontraba detrás de el saco lo que parecía ser una gran espada.

—Esta espada es especial— me dijo en voz baja mientras dejaba la espada en mis manos y después continuo—es un prototipo del Ksword, toma la energía que emanan los otros Ksword y se alimenta de ellos para que su ataque y defensa sean increíbles

Después se alejo y se dirigió hacia el otro chico para preguntarle algo que no pude escuchar, después de que terminara de hablar con ese chico se dirigió hacia la puerta al Sekai y mientras la abría anuncio nuestra batalla como si se tratara de una batalla de algún torneo importante y gritando nos anunció de la siguiente forma:

—Max, un golem de roca vs Evans...— se quedó pensativo unos segundos y después agrego—el caballero del sekai.

Entonces fue cuando entre nervioso y asustado yo entre al mundo que me había rechazado y que fue el culpable de que mis antiguos compañeros de clase me tomaran como una burla. Cuando entramos yo sostuve la espada con ambas manos sujetándola fuerte mientras veía que mi oponente colocarse su Ksword (el brazalete que te brinda tus habilidades en el Sekai), y el al activarlo sus brazos fueron envueltos por duras rocas, la mitad de su cara tenía una manchas de color café que parecía igualmente de roca además que en todo su cuerpo en pequeñas partes se habían vuelto roca y ahí fue cuando yo me di cuenta que estaba perdido no podía vencer a un sujeto que tenía tales habilidades como esas.

Pero después pude ver el cómo residuos de energía que expulsaba mi oponente, volaban en el aire hasta llegar al centro de mi espada que después provocaban que su hoja empezara a resplandecer y me di cuenta que ha eso era a lo que se refería el profesor pero no pude admirar más mi arma por que pude notar que Max salto hacia mí con su puño rocoso arriba listo para golpearme y lo único que pude hacer fue levantar la espada esperanzado que esta me protegiera de un golpe inminente, cerré los ojos y confié en esta espada.

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