⚜ 06 ⚜

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Jungkook había visto un libro encima de un mueble en pleno hall del castillo. No dudó en echarle un vistazo. ¿Desde cuándo había libros por allí? Él quiso pensar que sí que los había, pero tan solo había visto libros de recetas de cocina. Lo tomó entre manos para leer el título: El sueño de una noche de verano. Alzó comisuras en una sonrisa satisfecha, pues era de su completo agrado.

Se acercó a la enorme puerta principal del castillo y salió de este con un abrigo de piel para resguardarse del frío. Le apetecía estar fuera, apartarse unas horas de aquellos muros oscuros. Antes de tomar asiento en un banco que estaba limpio de nieve, ya que en ese momento había claridad y no estaba nevando, dirigió mirada hacia el portón de hierro que daba al exterior pensando en su madre, en cómo estaría y cómo le iría la vida en la aldea. Abrió el libro para comenzar a leer y al cabo de un buen rato mencionó en voz alta.

—"El amor es capaz de dar forma y dignidad. El amor no mira con los ojos si no con la mente y por esa razón-".

—"y por esa razón a cupido ciego lo pintan" —dijo la Bestia desde un lateral del banco.

Jungkook se sorprendió tanto que tardó en hablar, asimilando que Taehyung le había oído y se sabía la cita del libro, que probablemente, era de su propiedad. ¿Le gustaría la lectura?

—¿Conoces a Shakespeare? —preguntó Jungkook cerrando el libro, no sin antes dejar un dedo como marcapáginas.

—Tuve una educación esmerada —respondió Taehyung.

—Romeo y Julieta es mi obra favorita.

—¿Por qué será que no me sorprende? —cuestionó.

—¿Cómo dices? —inquirió Jungkook.

—Bueno, tanto sufrimiento... amor...

—Fue un regalo de mi madre. Me gusta sencillamente por ese motivo. No es que fuera por...

—Hay libros mucho mejores —espetó la Bestia, sin quitarle importancia a sus palabras.

—¿Cómo cuál?

Taehyung desvió la mirada de Jungkook hacia el libro y viceversa. ¿Iba siendo hora de mostrarle lo que venía siendo el paraíso para el joven?

—Acompáñame.

Jungkook estaba ansioso por ver lo que tenía que enseñarle si se trataba de libros. Acompañó los pasos de Taehyung que le condujo hasta una gigantesca biblioteca que tenía en el castillo y que allí pasaba gran parte de su tiempo, aunque ahora, desde que el joven estaba en él, no le había apetecido empezar a leer ninguno, pues Jungkook se había convertido en su libro favorito; descubrirle, conocerle. Eso le parecía más interesante.

Una vez la Bestia abrió las puertas, las estanterías de la biblioteca se dejaron ver. Estaban repletas de libros desde el suelo hasta el techo. Un sitio con bastante colorido en comparación a como se veían las demás estancias del castillo.

—Puedes empezar por el que quieras —mencionó Taehyung caminando hacia el centro de la sala.

Jungkook se quedó perplejo de la cantidad de ejemplares que había por allí. No sabía por dónde empezar. La Bestia volteó a mirar al joven preocupado por cómo se sentía al verle allí parado, quieto.

—¿Estás bien? —preguntó la Bestia.

—Esto es... maravilloso —respondió Jungkook sin haber dado un paso.

—Sí, supongo que sí.

Taehyung alzó hombros, viendo lo que le rodeaba de una manera bastante normal para lo que los ojos del joven veían. Él siempre había disfrutado de cientos de ejemplares literarios, algunos originales que tenían un valor incalculable. Sin embargo, Jungkook no podía decir lo mismo en cuanto a lectura se refería, ya que tenía pocos libros, pero su pasión por la literatura era notable, transmitiéndoselo a su madre cada cuando podía pedirle un libro, y esta para verle feliz, se lo traía cada vez que salía de la aldea a por provisiones para su panadería. Cada libro tenía un valor especial, a pesar de ser pocos.

La flor escarlata ✧ TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora