STILL WANT YOU [SUGA∞IU] [MYG]

🌙C H A P T E R S E V E N🌙

Lee Ji Eun comenzó a removerse por la claridad, sintiendo como los párpados le pesaban considerablemente.

Sentía un gran malestar y el cuerpo débil, sumado un terrible dolor de cabeza.

Con dificultad logró abrir los ojos y adaptarse a la luz.

—Ay, mi cabeza. —llevó las manos a su frente, al mismo tiempo que se sentaba en el borde del sofá—

Apestaba a alcohol y tenía lagunas mentales.

Lo que la asustó, fue caer en cuenta de que no estaba en su habitación, sino en la sala principal de la casa de Yoongi.

Se esforzaba por recordar cómo había terminado allí y nada llegaba a su mente, por más que trataba.

—Vaya, por fin despiertas.

IU dio un respingo al oir la voz sarcástica y burlona de Min Yoongi, que observaba todo desde la esquina previa a la cocina.

—Yo... —tartamudeó torpemente y bastante nerviosa— ¿Hice algo anoche que pudiera comprometer mi dignidad? De casualidad... nosotros... ¿tuvimos sexo o algo por el estilo?

El rostro de Ji Eun se puso rojo de golpe al pensar en esa posibilidad. Pero era posible, demasiado, según ella.

Sabía que su versión ebria podía ser intensa, insistente y molesta.

También sabía que cuando se emborrachaba perdía la noción de lo éticamente correcto. La verdad, era que Min Yoongi no le parecía un hombre de mal aspecto, sino que por el contrario, lo consideraba atractivo y muy de su tipo. Por eso temía haber cedido a sus impulsos.

Yoongi esbozó una mueca difícil de descifrar, que encendió las alarmas de IU.

—Traté de negarme, pero tú no aceptaste un no por respuesta.

La expresión facial de la cantante se contrajo, demostrando el horror que le producía escuchar eso.

Fue que tras unos minutos que a Lee Ji Eun le parecieron eternos, Yoongi estalló en carcajadas al verla de esa forma.

—Mierda, de verdad no recuerdas nada. No deberías beber así cuando tienes baja tolerancia al alcohol.

—¡Tú, maldito idiota!

—Relajate, no tuvimos sexo. Sólo dijiste un par de cosas.

—¿Qué cosas? —preguntó con miedo y desgano—

—Bueno, me dijiste que soy atractivo y tu tipo ideal. —respondió cruzandose de brazos—

Ji Eun entrecerró sus ojos con desconfianza.

—¿Cómo sé que no me estas mintiendo?

—¿Por qué te mentiría? —se defendió él, mirando sus uñas despreocupado— Inclusive trataste besarme.

—Cállate. —amenazó con la mandíbula apretada y la vergüenza recorriendole el cuerpo—

El chico dejó escapar una risita de superioridad para retarla con la mirada.

—¿Por qué me pediste que te cuente lo que dijiste si no puedes lidiar con ello? La borracha fuiste tú, no yo.

—Yoongi, tengo un horrible dolor de cabeza y tus tonterías sólo hacen que empeore.

—Ah, es cierto. Ten, bebe esto.

El pelinegro se acercó para tenderle un pequeño frasco a Ji Eun, quien lo recibió curiosa.

Era un medicamento para la resaca.

Con una pequeña sonrisa agradeció por el gesto. Aunque tuvo que borrarla de inmediato para adoptar una postura suplicante.