STILL WANT YOU [SUGA∞IU] [MYG]

🌙C H A P T E R E I G H T E E N🌙

Yoongi se removió en la cama al notar la claridad golpearle el rostro.

Quiso reincorporarse cuando se dio cuenta de que un cuerpo menudito y cálido se aferraba a su torso.

Allí estaba Ji Eun, profundamente dormida. Su cabello estaba revuelto por su pecho y el aroma a vainilla le inundaba las fosas nasales.

Era agradable despertar de esa manera.

Tuvo que ser cuidadoso y delicado para no despertarla y escurrirse de su agarre.

Se tomó unos minutos para apreciarla y una de sus manos se dirigió inconscientemente hacia el rostro de ella. Se veía hermosa y relajada.

Tomaría una ducha y luego le prepararía el desayuno. Él tenía que salir temprano para abrir la cafetería y comprobar que Geum Dan hubiera pasado bien la noche.

Tomó una toalla y se encerró en el baño. Mientras el agua resbalaba por su cuerpo, se dedicaba a pensar en los sucesos del día anterior. Todo había pasado muy rápido y su cabeza seguía dándole vueltas al asunto.

El acoso hacia los idols lo tenía enfermo y asqueado.

¿Cómo podían un par de niñas organizarse para intimidar a Lee Ji Eun sólo por un tonto vlive?

El fanatismo estaba llegando a rozar lo psicótico.

Ella no se lo había dicho, pero sabía que su corazón se sentía cansado de los escándalos. Sabía que comenzaba a hartarse de estar involucrada en escándalos cuando lo único que hacia era tratar de vivir su vida lo más tranquilamente posible.

Se secó el cabello con una toalla, y al salir del baño se encontró con una IU adormilada batiendo una mezcla.

Al parecer se había tardado más de lo que tenía previsto.

—Buen día, oppa. —la pelinegra le sonrió sin mostrar los dientes—

—Te me adelantaste, yo iba a prepararte el desayuno.

—Que bueno que desperté entonces. No me habría sentido bien si hubieras hecho el desayuno, ya fue suficiente con que prepararas la cena anoche. —dijo ella— Estoy haciendo buñuelos ¿te gustan?

Yoongi frunció el ceño.

—¿Buñuelos? —repitió con curiosidad— Jamás probé tal cosa.

—Te gustarán mucho, ya verás. —aseguró la chica con convicción y una sonrisa brillante— Los estoy preparando con mucho amor.

Ella se giró para comenzar a verter la mezcla en el sartén con la cuchara, cuando de repente Min Yoongi la abrazó por detrás, tomándola por sorpresa. 

Ji Eun tragó en seco al sentir el cuerpo de Yoongi pegado al suyo. Él recargaba la barbilla en su cuello mientras depositaba allí besos largos y pausados.

Resultó imposible que la mente de la chica no la transportara a otros lugares.

El pelinegro la estaba rodeando con sus brazos y la estaba besando en uno de sus puntos sensibles, y lo peor era que sentirlo tan pegado a su cuerpo le permitía notar como su entrepierna descansaba en su trasero.

Las hormonas de IU estaban disparandose sin control. No podía reprimir los suspiros que salían sin permiso de su boca.

Ella sabía que esa faceta de mojigata no le duraría mucho. No se sentía preparada todavía para llegar a segunda base con Yoongi, pero si seguían a ese paso, pronto terminaría por caer en el deseo.

Ji Eun no era de piedra. Al igual que cualquier otra mujer, sentía excitación.

Yoongi había abierto las puertas del amor, pero también estaba abriendo las del deseo.