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Geralt era inesperadamente celoso, Eskel descubre eso cuando se encuentra con el duo de camino a Kaer Morhen.
Al comienzo ni siquiera se había dado cuenta de la relación que tenían, fue cuando se detuvieron en un bar que descubrió algo tan divertido como eso.
Jaskier había bebido tanto que se había ido contra un grupo de hombres que en lugar de golpearlo, le atraparon y le comenzaron a decir un montón de tonterías sobre su presentación. No fue hasta que uno de los hombres le tomó por la cintura y le pegó a él, que Geralt reaccionó.
Eskel se sorprendió cuando Geralt golpeó la mesa con rabia, levantándose y tomando una de sus espadas que siempre llevaba en la espalda. No pudo evitar mirar curioso lo que le había hecho actuar así, observando atentamente mientras tomaba su bebida, como su mejor amigo iba contra el grupo de hombres para "rescatar" a Jaskier y que dejarán de tocarlo con tanta confianza.
Tuvieron que salir corriendo de allí. Aunque podrían con todos los hombres del bar, no querían asesinar o lastimar demasiado a los débiles humanos. Eskel no pudo evitar reír sin parar mientras montaban en los caballos y salían del pueblo. Geralt había montado a Jaskier detrás de él, sosteniéndolo con una mano mientras que con la otra dirigía a Roach. Había sido bastante divertido. No esperó que el "gran lobo blanco" fuera alguien así de celoso.
Pensó mucho sobre eso, encontrando divertido acercarse de más al bardo para irritar a Geralt. Susurraba en su oído, le sonreía mientras se inclinaba sobre su hombro, abrazándose seguido a él mientras reían por alguna tontería.
De Rivia no iba directo hacia él y lo golpeaba, pero se veía bastante celoso mientras empuñaba su espada y le miraba, o simplemente gruñia en la distancia cuando notaba que estaban demasiado cerca. Incluso a veces se acercaba y le tomaba del cuello de la camisa para alejarlo a Jaskier. Era simplemente hilarante.
Cuando llegaron a Kaer Morhen inmediatamente le contó a Lambert, quien se unió para molestar a Geralt. Ambos hicieron que llegara al límite, lo que causó que les gritara, amenazara y advirtiera que se mantuvieran lejos del bardo mientras se lo llevaba a la habitación donde dormían juntos.
Aquello sólo causó aún más burlas al día siguiente.