11

132 17 17
                                    

El pelinegro había llegado a casa a salvo. Decir esto es porque la mayor parte de las veces que su padre iba por él lo cuestionaba durante todo el camino. A veces Yoongi quería abrir la puerta del auto y salir rodando, siempre se imaginaba a sí mismo haciendo eso y le causaba gracia. No terminaba de comprender el porqué su padre era tan conservador.

Luego de lavarse las manos y ayudar a su madre a acomodar la mesa, el pelinegro tomó su mochila y subió a su habitación para cambiarse a algo más cómodo. Una vez solo, sacó su celular y abrió su buzón de mensajes. Nada, ninguna señal de Park... ese rubio lo ponía ansioso con la actitud que había tomado los últimos días. El pálido no tenía forma de contactarlo ya que siempre eliminaba el contacto de Jimin, así evitaba discusiones con su padre. Miró por última vez su teléfono y lo bloqueó para luego darse una ducha y bajar a comer.

Ya en el comedor Yoongi degustaba el delicioso guiso que había preparado su madre, de un momento a otro se perdió en sus pensamientos; qué estaría haciendo Jimin, ¿qué había sido más importante que ir a casa junto a su amigo? El pelinegro sentía unas enormes ganas de salir corriendo de su casa para buscar a Jimin y arreglar todo, pero se ponía a pensar que aún no eran tan cercanos como esperaba para poder pedirle complicidad.

En silencio, Yoongi terminó de comer y se levantó del comedor; su padre lo observaba sin decir nada. Lo conocía lo suficiente como para saber que el menor ocultaba algo, pero sólo por esta vez lo dejaría pasar pues no había encontrado algo nuevo que reprocharle.

.......

El castaño había llegado enojado a la habitación que compartía con su amigo. Lo había dejado en claro cuando azotó la puerta luego de ingresar al lugar. Jimin solo había mirado de reojo la acción de Taehyung, estaba ocupado pensando en el pelinegro que no tenía tiempo para algo más.

-Gracias Jimin ¡muchas gracias! -Dijo Tae a espaldas del rubio.

Jimin lo ignoró y eso hizo que el castaño se enojara más. -Claro, al final yo tengo la culpa por estar del lado de Yoongi ¿no? -Jimin se tensó. -Pues elegí bien, de no ser por él hubieras seguido aquí sin tenerme de molestia.

Eso llamó la atención de Jimin y por fin volteó a verlo. -Taehyung, no eres una molestia... eres mi amigo.

-¿Amigo? -cuestionó indignado- Hasta Sejong fue mejor amigo. -Dijo cruzando los brazos- Él llegó a la escuela luego de que me dejaste por "algo" más importante que tenías por hacer. -Ironizó.

Jimin se levantó y fue hasta él. -¿Te hizo algo? ¿Qué te dijo?

-Ya no importa, el que me haya recordado lo que pasó hace mucho, ya no importa. -Terminó de hablar para dar paso a sus lágrimas.

El rubio se preocupó por ver así a su amigo, se acercó hasta este con calma y lo abrazó. Lo que Taehyung había vivido con ese chico dejó una marca en su ser. El castaño apenas tenías 17 años cuando Sejong, el típico bad boy, lo había conquistado.

Jimin siempre estuvo en contra de la relación que tenía su amigo con este, pues conocía al peligris -en ese entonces- lo suficiente como para saber que luego de obtener algo de sexo dejaría a su amigo. Lo sabía, porqué a él le había pasado. Para su mala suerte Taehyung era muy inocente y nunca quizo creer la historia de Jimin con Sejong, pues pensaba que el rubio solo le decía tales cosas por qué sentía celos.

Sejong aprovechaba la situación para alejar a Taehyung de Jimin, le metía ideas erróneas en la cabeza, así el castaño caería más fácil ante él; pero antes de que la amistad entre Tae y Jimin se fracturara el rubio cedió y se mantuvo cerca de su amigo. Si no podía alejarlo del peligris,  mínimo lo vigilaría de cerca.

Así pasaron dos años y Taehyung era feliz con su supuesto "novio". Un día hubo una fiesta para los alumnos de último año en la facultad. Los amigos de Sejong estudiaban en la misma escuela que el castaño, así que habían invitado al peligris y este a su vez invitó a Taehyung y Jimin. A estos últimos aún les faltaba un año para poder asistir a la popular fiesta, pero aquella ocasión estuvieron presentes. La noche transcurrió normal hasta que Sejong comenzó a beber sin control con sus amigos. El rubio comenzaba a notar una conducta inapropiada del peligris hacia su amigo, así que tomando valor fue hasta ellos y jaló al castaño.

-Nos vamos ahora. -Sentenció comenzando a caminar entre la multitud de estudiantes.

Sejong había jalado más fuerte a Taehyung haciendo que se quejara frente a él. -No puedes irte hasta que yo lo haga.

Jimin ya veía venir el escándalo que armaría Sejong y quería evitarlo. -Oye, ya es tarde para nosotros. Mañana tenemos clase a primera hora.

-Él se queda conmigo. -Retó el peligris con una sonrisa cínica. Jimin lo miraba molesto.

-Minnie, creo que debería quedarme. -Habló el castaño en un susurro para su amigo.

-No lo harás, vámonos. -Tomó de nuevo su mano y esta vez Sejong no los detuvo.

Estaban a punto de salir del lugar cuando los amigos del peligris detuvieron a Jimin y lo separaron de Taehyung. Luego de eso ya no supo nada de él, un pelinegro lo había llevado hasta el jardín de la casa.

-¿Por qué insistes tanto? -Le había dicho el chico frente a él con dificultad. Jimin solo rodó los ojos. -¿Por qué tu y yo no nos divertimos igual?

El pelinegro se acercó hasta el rubio con intenciones de tocarlo, pero Jimin fue más ágil y logró entrar de nuevo a la fiesta. Buscó a su amigo por todas partes, en su camino se topó a un grupo de chicos donde cierto peliazul llamó su atención, este se había ofrecido a ayudarlo.

Aquél chico era Min Yoongi, estudiante de penúltimo año, Jimin se había ruborizado cuando el pálido lo tomó de la manga de su camisa para que no se perdiera entre los estudiantes que chocaban entre sí.

Luego de dejar a Jimin en la segunda planta de la casa el peliazul se despidió de él. Entonces el rubio se dedicó a buscar en cada una de las habitaciones, hasta que encontró a su amigo. Taehyung se encontraba en una esquina de la última habitación del pasillo, se abrazaba así mismo mientras lloraba. Jimin se acercó hasta él con prisa, preguntar lo que había pasado estaba de sobra pues el rubio lo sabía claramente.

-Ey, ya estoy aquí. -Mencionó suave al mismo tiempo que se sentaba junto al castaño.

-De-bí hacerte caso. -Dijo aumentando su llanto que era callado por la música del lugar.

-Lo sé, pero eres tan terco. -Taehyung lo miró a los ojos y a Jimin se le oprimió el corazón.

Luego de eso no vieron más a Sejong, hasta que empezó a acosar a Jimin. Cuando salían al súper, el ahora pelinegro los seguía y molestaba. Taehyung era el que se sentía más incómodo y a Jimin por otra parte comenzaba a aburrirle la situación. Mientras tanto Sejong gozaba de hacerles sufrir, en realidad solo había usado a Taehyung para darle celos al rubio, pues aún seguía enamorado de este. Se lamentaba haber hecho las cosas a la fuerza con el rubio, pero en ese entonces no tenía otra opción. Jimin era recio y a Sejong le fastidiaba. Lamentaba haber abusado de él como lo hizo con el castaño, pero su gran excusa era que estos le habían hecho perder la paciencia.

Patético.

○○○○

El chico de la Nota Suicida [Yoonmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora