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-¿Qué hiciste qué? Bueno, debes estar mal de la cabeza o algo... eso debe ser. -Decía el pelimorado mientras se convencía a sí mismo de que su amigo no había hecho tal cosa.

-No supe que decirle, con todo esto que está pasando no puedo pensar bien. -Jaló sus cabellos con frustración y al no escuchar respuesta por parte del más alto levantó la mirada.

-Tenías que decirle que si. -Yoongi frunció el ceño. -A ver... Jimin yo también siento lo mismo por ti, te amo, quiero estar contigo y hacerte feliz. -Dijo imitando la voz "aguda" de su amigo. -¿No podías solo decir eso?

-No, no puedo. -Seokjin colocó sus manos en su cintura. -Mis padres no están bien y si mi papá llega a saberlo no se que pasará... ya no sé que esperar de mi familia realmente.

-Es tu vida Yoongi, si quieres puedes ir con Jimin y ser feliz o solo quedarte aquí a esperar una orden de tu padre para continuar tu vida.

Yoongi lo meditó en silencio, aunque Seokjin igual tuviera razón, no era simple solo ir donde el rubio y confesar todo. Jimin ni siquiera sabía que Yoongi tenía cierto conflicto por su orientación sexual, pero aún así le había dicho lo que sentía.

-¿Entonces? ¿Qué harás? -Cuestionó Jin luego de un par de minutos. Yoongi solo encogió los hombros. -Yo opino que vayamos a su dormitorio.

-¡No! ¿Estás loco? Basta de parecer un acosador dejandole todas esas notas... que por cierto lo más probable es que ya se haya dado cuenta de que fuí yo.

-¿De qué hablas? -Yoongi lo miró con una sonrisa tímida. -¿Qué has estado haciendo?

-Te voy a decir, pero promete que no harás un escándalo ni mucho menos te burlarás de mí. -Dijo cruzando los brazos.

-Aunque pides mucho lo intentaré. -Dió su palabra y el pálido aceptó no muy conforme.

-Desde que mi padre comenzó con lo de tratar de "educarme bien", no pude sentirme como soy.

-Bueno, eso es obvio. El maldito te hizo mucho daño Yoon. -Tomó asiento en la cama junto a su amigo.

-Comencé a dejarle notas a Jimin desde entonces, no iba ser algo cotidiano porque no siempre me sentía mal, incluso algunas eran lindas.

-Ok, ¿que hay de malo en eso? -Inquirió.

-Las dejaba en su habitación. -Jin se puso de pie sorprendido. -En un libro que siempre leía antes de dormir.

-¿Enloqueciste o algo? Pudo descubrite. -Frotó sus sienes. -Así como tuviste el valor para hacer eso, ahora ve a verlo. No puedes dejar las cosas así.

-¿No te parece muy pronto? Digo, Jimin es un chico lindo, pero no parece ser de los que se enamoran de un día para otro simplemente porque les hables bien. Yo ni siquiera eh hecho eso.

-Por bruto. -Yoongi lo miró mal. -Jimin es lindo, sí, pero no es tonto. Estoy seguro de que si no le das un respuesta pronto, se le olvidará lo que hizo y tampoco existirás para él.

-No, el no haría eso. -Miró el suelo y Jin palmeó su espalda. -Aunque sino le doy una respuesta, lo que si hará es ignorarme.

-Lo normal Yoon, y creo que ya tuviste suficiente con todo el tiempo que estuviste enfermo y la pelea tonta de ambos.

Sin decirle algo más al pálido, Jin salió de la habitación y esperó detrás de la puerta.

-¡Jin! -Salió gritando el pelinegro, chocando con la espalda de su amigo. -¿Qué haces?

-Esperaba a que reaccionaras, por fin. -Rodó los ojos viendo la mirada confundida de su amigo. -Ahora, vamos a ir a los dormitorios, verás a Jimin y primero te vas a disculpar, después puedes decirle lo que sientes o pensaste.

El chico de la Nota Suicida [Yoonmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora