2

3K 303 113
                                    

—Dale Papu —exigía Rodrigo golpeando la puerta del baño— Scalo nos va a retar, estamos yendo re tarde.

—¡Ya salgo! —gritó cansado.

Recuerden nunca, nunca, comer helado arriba de un plato de guiso. Y menos teniendo a un pesado como De Paul de amigo.

—¡Yo no soy pesado!

Ahora tenía que aguantar a un Rodrigo enojado porque le dijo pesado. Y encima era como un bebé cuando se enojaba, te daban ganas de abrazarlo y darle un beso en vez de hacer que deje de estar enojado.

—Bueno, yo me voy ya.

—Te llegas a ir y te mato —le advirtió Gómez.

—Le dejo tu celu y tu billetera a Nico. 

A todos los Nicolás del mundo menos a ese Nicolás, mataría a Rodri si lo hace, él sabe muy bien cuánto lo odia. Me apuro y salgo rápido del baño encontrándome con el pibe que menos quería ver, sentado arriba de los lavamanos del baño.

—Hola —le dijo, sonriendo.

No seas débil Alejandro.

Pasó a su lado sin mirarlo, dirigiéndose a la salida, sin mirar a su enemigo, estaba llegando tarde. Seguramente Lionel lo va a querer matar, es una de las personas más impacientes que hay.

—¿Te vas así nomás? —preguntó Otamendi cuando el menor estaba dispuesto a salir.

—No me voy a quedar.

—Prácticamente sí porque todas tus cosas las tengo yo.

Alejandro no dijo nada, se acercó al mayor y le sacó sus cosas saliendo rápidamente de ahí, pasaron años y aún así, no puede perdonar a Nicolás.

(…)

—¿Qué haces ahí? —casi que gritó.

—Sentado supongo, recomiendo que lo hagas vos también, sino te vas a morir —sonrió inocente.

—Ahí se sienta Rodrigo, así que te vas —lo amenazó.

—Rodrigo fue a sentarse con Lean —señaló— No rompas los huevos y sentate.

—¿Por qué cambiaste de asiento con él si me odias?

—¿Cuándo dije eso?

No Es Mutuo //El Papu & Otamendi//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora