No hay duda de que todos en la selección se comportan como nenes, y si tienen tiempo libre mejor, se ponen a jugar, reviven su infancia.
—¡Nicolás! —exclamó de golpe Alejandro asustando a algunos— ¡¿Qué mierda te pasa estúpido?!
Otamendi le había tirado la espuma con la que estaban jugando, justamente dándole en el ojo y dejándole un ardor terrible en el acto. Lo más importante es, ¿de dónde sacaron la espuma?
—Uh, Papu, disculpame, no te quería tirar en el ojo —dijo tratando de acercarse pero el más bajo retrocedió.
—Salí de acá Ota —susurró, emprendió camino hacia el baño y cuando estaba llegando, Nicolás lo detuvo agarrando su mano — ¿Qué querés? —preguntó serio.
—Perdoname Ale —pidió agarrando su mano.
El más bajo no respondió, simplemente se dió vuelta y entró al baño, donde se quería llegar antes de que Nicolás lo frenara, el ojo le ardía, cómo si le hubiesen echado lavandina.
Se terminó de lavar y miró por el espejo, vió el reflejo de Otamendi en el vidrio. Recostado en la pared, musculosa, cruzado de brazos, era como una película.
Desvió rápido su mirada cuando vió que Nicolás también lo miraba a través del cristal, se asustó y apagando rápido la canilla, intentó salir del baño. Cuando estaba llegando a la puerta una mano lo detuvo, sí, todo era demasiado cliché.
—Sé que me odias, pero tengo que decirte que no me arrepiento de nada de lo que hicimos esa noche —habló el más alto apresuradamente— Me gustas mucho, Papu.
Alejandro estaba atónito, pálido y sudaba frío. La confesión le tomó de sorpresa y estaba a punto de empezar a temblar si Nicolás no le decía que era una joda.
Pero pasaron minutos mirándose, Nicolás no abrió la boca, Alejandro tampoco. Pero cuando el segundo intentó hacerlo, ya tenía a los labios contrarios sobre los suyos. No pudo evitar corresponderle, era demasiado obvio que se tenían ganas.
Besándose y prácticamente devorándose, se olvidaron de todo, literalmente de todo. Así que ni siquiera se inmutaron cuando sus compañeros vinieron a ver si estaban bien y no se mataron.
Todos veían la escena boquiabiertos, no creían que lo que estaba pasando era real. Unos se pellizcaban mientras que otros sacaban fotos y grababan vídeos, para no olvidar tal preciado momento.
Los espectadores solo se fueron cuando, después de minutos, el 19 y el 24, se separaron por aire. Todos salieron corriendo, sería demasiado incómodo para ellos saber, que todos estaban viendo esa caldente escena.
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No Es Mutuo //El Papu & Otamendi//
FanfictionEl Papu piensa que el odio que le tiene a Nicolás es mutuo, pero en realidad, eso nunca fue así.