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—Ustedes saben algo —afirmó el central después de recibir tantas miradas.

Estaban jugando al truco, después de comer se juntaron en la habitación de los arqueros y se pusieron a jugar una partida, Gómez no había ido, mintió diciendo que tenía sueño y ni bien terminó de comer de fue para su pieza.

Estaban todos en silencio, compartiendo miradas cómplices y cuchicheando.

Estaban hablando de Otamendi, digamos que sus miradas los delataron y no el hecho de que hablan fuerte y no saben susurrar.

—¿Nosotros? pff ¿qué vamos a saber? —preguntó Dí María— como si hubiera algo que saber ¿tenemos que saber algo? porque si es así sabes que podes confiar en nosotros y nos podes contar por ejemplo qué onda con El Papu.

Al terminar la oración se llevó miradas de regaño por parte de la mayoría mientras que los demás lo miraron indiferente, ya acostumbrados al actuar de Ángel.

—¿Qué? yo decía nomás.

Otamendi enrojecido bajó la mirada, estaba seguro de que ellos sabían algo, debió hacerle caso a su conciencia e irse a dormir aunque eso le llevarían a más cargadas.

—Ustedes nos vieron en el baño —afirmó.

Los demás solo asintieron y a Otamendi no le quedó de otra más que contar obligando a todos a mantener entre ellos el secreto y que Gómez no se entere que él contó algo.

(…)

Llegó tarde a la habitación, el menor dormía plácidamente como un angelito, nadie podría imaginarse que es tremendo chucky.

Se acercó a la cama de Gómez después de sacarse las zapatillas para hacer el menor ruido posible. Alejandro tenía la manía de taparse la cara con su antebrazo cuando dormía, no importaba si había luz, siempre lo hacía, excepto hoy.

No tenía ningún brazo tapando su angelical rostro y Otamendi aprovechó, quedándose parado al lado de la cama lo observó un rato hasta que se dió cuenta lo que hacía.

Pareces un psicópata amigo.

Desvío la mirada rápidamente y pensó en alejarse, pero por más pecado que sea, los labios de Gómez lucían como los más apetecibles, él no se tenía que enterar.

Lentamente se fue acercando hasta quedar a centímetros de distancia, lo pensó y miró bien si su compañero seguía dormido, al confirmar aquello cortó la poca distancia que había y disfruto los labios del contrario como en cada beso.

Era una simple presión de labios, sin lenguas ni dientes, algo superficial pero nada podía hacer en contra de las mariposas que revoloteaban felices en su estómago.

Se separó lentamente con los ojos aún cerrados y cuando al fin los abrió, Gómez lo estaba mirando con una expresión totalmente confundida.




















hola me tomé unas vacaciones ahre, volví, esperemos que actualice seguido esta.

me recomiendan historias de la selección porfis o quién tiene historias piolas, me voy como un mes pal campo y allá no hay ni señal para datos así que voy a leer un largo rato.

eso no quiere decir q no actualice, cuando vaya pal pueblo seguro lo haga, besitos.✨💞

No Es Mutuo //El Papu & Otamendi//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora