Kazutora Hanemiya

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Estaba muy confundida, furiosa y no entendía nada. Sabía que Baji estaba en una pandilla, pero ¿Por qué la dejó? Aparte siempre me hablaba de Chifuyu, ¿Por qué lo estaba golpeando?

Kazutora me llevó allí como si fuera lo más normal del mundo, por lo que entendí van a pelear contra la ToMan, pero ¿Por qué? No entendía la mente de Kazutora, pero podía entender que veía la violencia como algo normal, aun así estaba molesta conmigo misma y tenía un poco de miedo.

También tenía la duda sobre quién era en verdad Kazutora, es decir, conmigo se comportaba de una forma, pero al parecer tenía una cara totalmente diferente. ¿Y si me estuvo engañando todo este tiempo? Los pandilleros son peligrosos y no quería involucrarme más de lo necesario, pero parece que ya lo hice.

Gruñí de frustración y casi se me cae Chifuyu, lo volví a sujetar y pensé a donde llevarlo.
Sería super arriesgado llevarlo a casa, porque no sabía si mamá y papá estaban, pero no tenía otro lugar.

Quería pedir un taxi, pero sería raro entrar con un cuerpo inconsciente y todo golpeado, así que tuve que cargarlo hasta casa, era igual de raro caminar con un cuerpo inconsciente.

Lo dejé en el suelo un momento y abrí la puerta, entré a casa y lo dejé en el sofá mientras buscaba el botiquín de primeros auxilios.

Hice una mueca de dolor al ver lo golpeada que estaba su cara y empecé sacando la sangre, desinfecté las heridas, puse un parche en su mejilla, uno de sus ojos y algunas curitas por su cara.

¿Tendría el resto del cuerpo golpeado? No quise tocarlo de más, así que lo dejé descansando en el sofá y cuando despertara le pediría permiso, mientras tanto prepararía algo para que comiera al despertar.

Preparé unas rápidas galletas de avena y coco junto con un té de rosa de mosqueta. Volví a la sala y afortunadamente él ya estaba despierto. Estaba sentado mirando al rededor confundido.

-Ah, ya despertaste, ¿Te sientes bien? Soy amiga de Baji, él ya nos había presentado.

-Oh, ¿Qué hago aquí?

-Disculpa, te traje para curarte las heridas.

-Ah, gracias.-Murmuró.

Dejé la bandeja en la pequeña mesa y le sonreí.

-Mmm, ¿Tienes golpes también en el cuerpo?

El chico me miró un poco sonrojado y asintió.

-Solo algunos, nada grave.

-Está bien, te traje galletas y un té.

-Gracias.-Sonrió.

-¿Sabes... sabes por qué Baji hizo esto?

-Está infiltrado en vanhalla para investigar a alguien peligroso.

-¿Él te dijo eso?

-No, pero confío en Baji y sé que él no traicionaría a la ToMan.

Sonreí al saber que Baji tiene un amigo como él.

-Gracias por ayudarme.-Volvió a hablar.

-No es nada, gracias a ti por aclararme la situación, aún estaba un poco confundida. Sabes, yo no entiendo problemas que tienen en la pandilla porque no soy cercana, pero de repente Kazutora me lleva a un lugar y veo a Baji golpeándote y no entendí nada.

-Ah... Espera, ¿Conoces a Kazutora?

-Eeeh, sí, somos amigos.

-Él... ¿Él nunca te hizo nada?