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-¡Hanemiya, buen día!-Saludé ofreciéndole un cupcake. 

-Buen día, Maeda.

-Puedes llamarme ___________. Toma, un cupcake.-Lo dejé en su mano.

-Entonces llámame Kazutora.-Sonrió.-Gracias.

-Uh.-Dudé sin saber como preguntar.-Esperé a que me hablaras ayer.

-Oh.-Desvió la mirada.-Me daba un poco de vergüenza.

-Eres muy tierno.-Hablé bajo.-¿Te parece si hoy nos juntamos así adelantamos?

-Sí, está bien.

-Mm ¿En tu casa o en la mía?

-En tu casa.

-Bien, ¿Crees que tus padres te dejen luego de la escuela.

-Sí.

Qué complicado es tratar de conversar con él, es muy cerrado.

-Entonces...

-¿Entonces?

-Huh, ¿Qué te gusta comer?

-Mochi, cupcakes, dango y... algodón de azúcar, ¿Por qué la pregunta?

Anotado.

Empecé a caminar y lo miré de reojo.

-Sorpresa.

-¿Ya te dije que eres rara?

-Mmm.

Las clases pasaron, nada interesante sucedió.

Ibamos de camino a casa, en silencio. No se me ocurría nada para decir y él tampoco decía algo.

Entramos a casa, vi en la entrada los zapatos de mamá y papá.

-¡Mamá, ya llegué!-Avisé yendo a saludarla.-Vine con un amigo para hacer una tarea.

-¿Amigo?-Preguntó papá, quién estaba cocinando.

-Oh, discúlpame, Kazutora.-Volví a la entrada y nos dirigimos a la sala.

-¿Te sientes más cómodo aquí o en mi habitación?

-Donde quieras está bien. Tu casa es muy bonita.-Sonrió, aunque se lo veía un poco triste.

Papá llegó a la cocina y miró a Kazutora con sorpresa.

-______________, cariño, ven un segundo, por favor.

Fui hasta el pasillo y papá me miró serio.

-¿Ese chico es tu amigo?

-Sí, ¿Por qué?

-¿Segura que quieres que sea tu amigo?

-¿Por qué?

Vi como dudó de su respuesta y después negó con la cabeza.

-No puedo decirte nada, sería poco profesional de mi parte, pero si tú estás segura de que puedes confiar en él, entonces yo confío en ti, ¿Bien? Solo no quiero que te pase algo malo.

-Estoy muy confundida.

-Papá no te lo puede explicar, quizá Hanemiya lo hará a su debido tiempo, si de verdad son amigos.

Caminé otra vez a la sala y vi a Kazutora mirando el suelo con tristeza.

-Vamos a mi habitación, Kazutora.

Él se levantó y me siguió, abrí la puerta y lo primero que vi fue a Tilin.

-¡Tilin!-Lo tomé en brazos.-Mira, es Kazutora.

Kazutora Hanemiya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora