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Llegó el día de la pelea.

Le tuve que preguntar a Chifuyu a donde era, pero no le pregunté la hora ya que tampoco quería verme muy sospechosa.

Me encontraba llegando al lugar, estaba muy nerviosa, tenía miedo de lo que podría llegar a pasar y seguro me iban a golpear.
Nunca me golpearon, así que estaba segura de que iba a doler como la puta madre.

-De todos modos vivir nunca fue una opción.-Me dije a mí misma antes de adentrarme al lugar, llenándome de adrenalina.

El lugar era un desastre, había personas golpeándose por todos y recibía empujones, los devolvía y seguía corriendo en busca de Mikey.

Miraba para todos lados con desesperación y pánico, no sabía que hacer o a donde ir.
Vi una pila de autos, donde Takemichi estaba abrazando a Baji o algo así.

Baji...

Después me concentraría en él.

Vi más arriba en los autos a Mikey arrodillado, este tenía sangre y su cabeza y una vez más me sentí aturdida.

Me acerqué corriendo a donde estaban Takemichi, Baji y Chifuyu, entonces Takemichi habló.

-¡Te salvaré aunque tenga que hacerlo solo!

Ninguno me había notado hasta que corrí al ver a Kazutora acercarse a Baji con una navaja.

-¡Baji!-Un grito desgarrado salió de mi garganta, sentía que quemaba mis cuerdas vocales. Me moví tan rápido como pude y llegué a cubrir a Keisuke con mi cuerpo.

Lo siguiente pasó demasiado rápido, sentí un horrible dolor punzante en mi abdomen, me tambaleé y sentí como Baji me tomó en sus brazos para no caer. Mis ojos sólo miraban a Kazutora; este estaba lleno de lágrimas y con una expresión asustada.

Takemichi gritó y empujó a Kazutora. Chifuyu lo tomó de la camisa.

-Kazutora, ¿¡Qué mierda hiciste!?

-Chifuyu.-Lo llamé. Tosí sangre y la escupí antes de ahogarme.

-Shh, basta, no digas nada.-Baji se aferraba a mi cuerpo mientras lloraba.-¿Por qué eres así?-Dijo en un susurro.

-Kei... dile a Kazutora que lo quiero. Me di cuenta de eso.

Sentí mis ojos picar y le sonreí.

Escuché la voz de Mikey dirigirse a Kazutora y me esforcé por tratar de levantarme, algo que Keisuke me impidió.

-No, no te muevas y ni se te ocurra morir. Morir es de tontos, si mueres vas a perder, no te gusta perder, ¿No?

Lo miré a los ojos y quise llorar al verlo llorar a él.

-Kei, no llores, me harás llorar a mi.

Empecé a escuchar como muchos de los que estaban allí corrían diciendo que Mikey los iba a matar, así que trate de levantarme otra vez.

Mikey le estaba diciendo algo a Kazutora, luego lo golpeó.

-Si todo lo que puedes hacer es destruir las cosas que me importan, entonces te destruiré aquí y ahora.

Mikey empezó a golpear a Kazutora, haciendo que me desespere e intente con todas mis fuerzas llegar hasta donde estaban, ignorando los llamados de Keisuke.

Dolía tener la navaja clavada, cada movimiento que hacía ardía como la puta mierda, pero sabía que no debía sacarla o iba a perder mucha sangre.

Me tambaleé otra vez y volví a caer.

Mikey iba a matar a Kazutora.

-¡¡¡Mikey!!!-Grité con todo lo que pude.-Mikey, deja a Kazutora, por favor.-Sollocé.

Podía sentir el cuchillo traspasando mi piel, la sangre mojando mi cuerpo y ropa. Lo saqué en un intento desesperado de llegar más rápido hacia ellos.

¿Qué había pasado?

El dolor agudo me hizo caer de rodillas y dar un grito gutural. Todo se quedó en silencio, seguido a eso pude escuchar el grito de mis amigos y golpes.

Quedé quejándome del dolor y Takemichi llegó rápido hasta mí, podía sentirlo aferrándose a mi cuerpo y llorando.

-Esto no estaba en mi planes, esto no tenía que terminar así.-Murmuró en un sollozo.

Todos se acercaron, algunos seguían en shock y otros empezaron a llorar.

-Ya va a llegar la ambulancia, ¿Sí?-Mikey trató de calmar la situación.

-¡Estúpida, no debiste hacer eso!-Baji me regañó, aunque trató de sonar enojado, su voz se escuchaba quebrada.

Levanté la mirada como pude y vi a Kazutora.

Su rostro estaba horrorizado, lleno de lágrimas y golpes.

Kazutora...

Empezó a escucharse el sonido de la policía.

-Chicos, corran, vayan, por favor.-Rogué.-No se queden aquí, les juro que voy a estar bien.

Volví a toser y Baji se quedó aferrado a mi otra vez.

-No, no me pienso ir. No te quiero dejar sola.

-Baji.-Acaricié su cabello.-Tengo muchas cosas que hacer todavía, una apuñalada tonta no me va a matar. Por cierto, llama a Kazutora, por favor.

Baji lo llamó y éste se acercó, parecía seguir en shock, sus ojos estaban cargados de dolor y culpa, se lo veía muy confundido.

-Kazutora, ¿Recuerdas cuando te dije que había alguien que tal vez me gustaba? Eras tú, lamento confesarme en estas circunstancias.-Reí y luego volví a toser.-Kazutora, huye.-Dije poniéndome más seria.-Huye, no quiero que te atrapen.

Kazutora cayó al suelo y sollozó abrazando mi cuerpo, escondió su cara en mi cuello mientras lloraba y pedía perdón. Su voz estaba rota y era algo que me lastimaba a mi también.

-Me voy a entregar.

-Kazutora, no.

-Sí, ____________________, me haré responsable. Ni siquiera puedo mirarte a la cara ahora. Me voy a entregar, cumpliré mi condena y tú vivirás tu vida, no merezco seguir a tu lado.

Escuché a Draken decirle a los demás que debían huir. Mikey me miró, sus ojos estaban cristalizados y me esforcé en levantar mi pulgar para hacerle creer que todo estaba bien, pero en realidad me sentía cada vez más cansada.

Solo quedamos Baji, Kazutora y yo. Ambos se rehusaban a irse. Seguían llorando y trataban de distraerme diciendo cosas para que me mantenga despierta.

-______________________.-Kazutora me removió y abrí los ojos otra vez para verlo.-No te duermas, mira, te cuento algo. ¡A mi también me gustas! Creo, me haces sentir especial, de eso se trata, ¿No? Sin ti la tristeza me invadiría por completo y cada vez que te veo sonreír la tristeza se borra, entonces, sigue borrando mi tristeza, ¿Si?
Quizá mi forma de amar no es la correcta, pero en prisión me darán la ayuda que necesito. ___________________, no te sientas triste, seguramente pase muchos años allí y no quiero que tú te quedes estancada, voy a ser feliz si sé que tú eres feliz.

Kazutora siguió hablando, pero simplemente me sentía demasiado débil como para escuchar, cedí a mis pedazos párpados y cerré los ojos, quedando inconsiente.


































Escribí este capítulo escuchando You found me, alguien págueme la terapia.

Kazutora Hanemiya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora