2. Experimentando

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Cuando desperté me encontraba en una sala oscura, no podía ver mucho pero notaba la presencia de alguien más en la habitación.

-Buenas tardes Ginna. -Dijo una voz grave, supuse que era un hombre.

- ¿Cómo sabes mi nombre?

-Se muchas cosas más sobre ti.

- ¿Cómo qué?-Decidí ponerlo a prueba.

-Sé que tenes 16 años, un hermano, una hermana y que tus padres desaparecieron hace diez años. ¿Con eso te alcanza? -Finalizó con una sonrisa.

-Sí. ¿Pero cómo?

-Bueno, te traje acá porque vamos a experimentar contigo. -Habló interrumpiéndome.

-Primero lo primero. ¿Donde están mis hermanos?

-No te incumbe

-Sí, si me incumbe, respóndame-Hablé enojada, ese hombre no me daba confianza.

-Calma chiquilla, a mi no me puedes hablar así.

Sentí que nuevamente algo se incrustaba en mi cuello. Volví a quedar inconsciente.

Cuando abrí los ojos vi a una mujer de estatura alta, llevaba puesta una bata blanca. Estaba a mi lado mirando una computadora. Trate de moverme pero me encontraba en una camilla con las manos, piernas y pies amarrados.

- ¿Qué hago aquí? Ya suéltenme. -Hablé mientras me sacudía intentando zafarme de los agarres aunque fue imposible.

-No. -Dijo cortante la señora.

-Mire, o me saca o le juro que las consecuencias van a ser muy graves. Hice karate, Kun fu y muchas artes de pelea más durante años. Además esto que están haciendo es ilegal.

-Usted no va a salir de aquí. -Me respondió ajustando lo que me agarraba a la camilla.

Entró en la habitación un hombre.

-Veo que ya despertaste. Empezaremos.

-No. -Dije yo.

-Niña, basta. ¿Quieres que usemos el método SILASTIER?

- ¿Qué es eso?-Pregunté.

-Es para que chicos caprichos como tú se callen, por lo menos por unas 3 horas.

-Doctor esto ya está listo para realizar la fase 1. -Intervino la mujer.

-Perfecto. - Le respondió. -Ahora te conviene quedarte quietita y no resistirte. -Dijo dirigiéndose a mí.

-Ey! Estoy aquí sin mi consentimiento. Por lo menos explíquenme que están por hacerme. -Grité roja del enojo.

-No, yo doy las reglas y tú las cumples. No tengo porque explicarte nada.

Grité, grité y grité. Yo podía gritar, siempre que lo hacía ganaba. Nadie me soportaba.

-Se ve que quieres el método SILASTIER. Marcela antes de realizar el experimento 2567 aplícale este método para que se calle. -Dijo hablándole a la mujer.

Ella tomó de la mesa una botella (no sé que contenía, pero lo que estaba en su interior era de color verde) luego lo mezcló con otra cosa y mojó una aguja en el líquido formado. El tamaño de ésta era enorme.

-Perdón, perdón, ya me callo. -Dije al ver que esa cosa monstruosa se me acercaba a mi cuello.

-Es tarde niña. -Dijo el hombre.

Me la clavaron con fuerza, en mi garganta. Sentí que se me salían todas las cuerdas vocales. Se me quedaba seca. Se me encogía. No literalmente, pero es lo que hace sentir. Cuando el dolor y sufrimiento terminó probé hablar pero ningún sonido salió. Me puse a llorar. Mi llanto fue silencioso, se me había ido la voz, se sentía horrible.

-Paz y tranquilidad. -Dijo el hombre con una sonrisa que me hacía enfurecer. Tenía ganas de enseñarle lo que sabía de artes marciales. -Ahora sí. Marcela la fase 1 por favor. -Continúo hablando.

Ella apagó levemente las luces y una máquina salió del techo. Se acercaba hacia mi cara, a mis ojos, salió un rayo. Grité del dolor, grité (sin ruido) era como que te quemarán los ojos, me estaban poniendo fuego. Sentía que se me estaban derritiendo. Al terminar el proceso y la máquina alejarse pestañe varias veces seguidas. Me seguía doliendo, ardía. Fue como si me sacaran mis ojos azules. Una vez que pude mantenerlos abiertos no vi ningún color. Cero color, todo era gris, negro.

- ¡¿Qué me hiciste?!-Grité enojada, pero no me salía la voz.

- ¿Qué dices? No te oigo. -Dijo el hombre burlándose de mí.

-Ahora te dejaremos aquí hasta mañana. Realizaremos la fase 2, son 5. Que lo disfrutes. -Dijo saliendo de la habitación junto a Marcela.

Estaba sola, amarrada sobre la camilla, viendo todo gris y negro y aún sufriendo. Extrañando a mis hermanos, preguntándome dónde estaban, donde estaba yo. El cansancio llegó de repente y luego de unos minutos me dormí.


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Holaaa.

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