Sólo yo.

14. El escape (Parte 2)

Ginna

Seguía detrás de los arbustos en un lugar cercano en donde los chicos peleaban. No sabía cómo mi cuerpo se estaba curando y a la vez estaba escuchando a los chicos luchar. De repente oí los pasos de mi madre acercándose.

—Hija, acabo de enterarme que el Doctor Thin experimentó consigo mismo. Walter me ayudó a conseguir las pulseras que quitan los “poderes” pensé que serían útiles. — Ahí vio mi herida y se alarmó pero yo le expliqué que estaba bien y que en poco tiempo iba a parecer solo una cicatriz vieja.

Esperamos un rato a que mi herida terminara de sanar y me paré para ir a ayudar a los chicos, le dije a mi madre que se mantuviera entre los arbustos. Ya preparada y con las pulseras en la mano me adentré a la pelea.

Mike y Marilyn se encontraban bastante heridos y estaban en el suelo, quise ir a ver cómo estaban pero Crely me hizo una seña para que yo fuera a ayudar a Brich y a Scott.

—Así que ahora te dignas a regresar. — Me habló Thin.

—Estaba dejando que disfrutes de tus pocos minutos de victoria—Le sonreí desafiante y el pareció burlarse.

Había escondido las pulseras para que no las viera, me acerqué y mientras que Brich le apuntaba sus patadas a las piernas para derribarlo, Scott lanzaba puños a su rostro. Ninguno le daba porque él se transformaba en diversos animales esquivando todo. Yo me preparé para que en el momento que se transformara en humano aprovechar para ponerle mi arma secreta. Lo único que me preocupaba era que no sabía si iba a funcionar porque tal vez Thin se había experimentado para que las pulseras no le afectaran, pero eso no lo íbamos a saber hasta que se las pusiera.

Por más que esperara, Thin no se transformaba más que en diferentes animales, entonces yo empecé a hacer lo mismo. Necesitábamos herirlo así volvía a su forma natural. Me transformé en Tigre y le mordí la pata de León que él tenía en ese momento, después Brich le pegó dos patadas al lomo del animal y Scott en su forma gorila lo empujó hasta que chocó contra un árbol.

Era el momento, Thin estaba en su forma humana tirado en el piso. Yo sabía que él se iba a parar en cualquier momento para seguir la pelea, por eso me apuré y le puse las pulseras. Todo parecía ir bien, las pulseras funcionaban. Sonreí victoriosa y arrastré a Thin con los chicos. Sin embargo el no se veía derrotado, estaba con una amplia sonrisa mirándome. Lanzó un silbido y ocho guardias aparecieron sosteniendo a…

Eran mis hermanos, ellos estaban vivos, sentí una inmensa alegría pero pronto entendí la situación. Los guardias no solo los tenían agarrados sino que también le apuntaban con armas. Will y Stacy tenían la boca cubierta y cortes en los brazos y piernas.

— ¿Qué les hiciste? —Le grité a Thin. Mis hermanos me miraban aterrorizados.

—Si me liberas les digo a los guardias que no los maten. — Soltó con total tranquilidad.

—Eres un monstruo. —Le escupí en el rostro. Mike y Marilyn estaban desmayados y Crely también estaba sostenida por uno de los guardias. Brich y Scott estaban a mi lado y si nos acercábamos para liberarlos aunque sea un poco dispararían.

Yo estaba en shock, entonces fue Brich quien decidió. Ella me sacó a Thin y se lo llevó lejos de mí para que no pudiera liberarlo. Scott se fue a ver como seguían Mike y Marilyn.

— ¿Qué haces? —Le grité.

—No podemos liberarlo, no, todo lo que logramos hasta ahora no va a ser en vano, no voy a volver a esa cárcel. —Ella también me gritó. Thin parecía reírse de la situación. Sabía que no podiamos liberarlo pero no iba a dejar que murieran mis hermanos.