Mi nombre es Ginna Lewis, tengo 16 años y una familia pequeña compuesta por mi hermano Will y mi hermanita menor Stacy. Hace diez años que nuestros padres desaparecieron, nos abandonaron. Hemos aprendido a sobrevivir escapándonos de los orfanatos, allí siempre nos maltrataban y lo único que querían era separarnos. Nos las arreglábamos como podíamos.
Will, al ser el mayor, era el que más plata conseguía, aunque la mayoría de veces solo alcanzaba para la comida. Él tuvo varios trabajos en distintos lugares: mozo, empleado de limpieza, entre otros. Stacy y yo conseguíamos de la caridad de la gente, por desgracia nunca era mucho.
¿Quién sabría que mi vida cambiaría para siempre aquel miércoles? Estábamos caminando por una plaza, cenamos un par de frutas que habíamos podido pagar y nos pusimos debajo de un árbol para dormir. Al despertar mis hermanos no estaban, comencé a llamarlos. En la oscuridad de la noche caminé para encontrarlos, escuché un ruido detrás mío, cuando me di vuelta, sentí que algo se incrustaba en mi cuello. Dolió pero luego no pasó nada, cerré los ojos y me desmayé.
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Sólo yo.
Science FictionPara Ginna, la vida nunca había sido fácil en sus cortos 16 años. Abandonada por sus padres, viviendo en las calles con sus hermanos Stacy y Will, cada día era un tormento, pero al menos, era soportable. O así fue, hasta un día en el que fue secuest...
