❄️🄴🅂🄲🄰🅁🄲🄷🄰 🄰 🄽🅄🄴🅂🅃🅁🄾 🄰🄻🅁🄴🄳🄴🄳🄾🅁.

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Navidad. La mejor festividad de la vida. 

Por una extraña razón, todos son más felices que de costumbre, todos se aman, se perdonan, y por algún curioso motivo, el amor se hace presente hasta en los lugares más extraños que podrían ocurrirte.

La nieve te rodea junto con el invierno, y, a pesar de ser más team calor, que team frío, el estar aquí, en estas fechas, alegraba mi corazón por la calma que podría albergarnos este congelado clima. Era extraño, pues, yo sabía que la calma que teníamos era un producto del constante consumismo y del hipócrita espíritu navideño, pero en ocasiones era satisfactorio y perfecto, dependiendo del ángulo en que lo veas.

Aunque volviendo a mi triste realidad, el estar aquí, congelándome en el camino para ir a la casa de mi novio, era algo que me hacía tener un constante cambio de humor, pues me molestaba un poco ser yo la que siempre iba detrás de él, y no él conmigo, aunque a su vez, tal vez debería de ser más comprensiva con Jamie Bennett, pues desde que llegué a la ciudad hace tan sólo cuatro años, el ser los apartados de la escuela, nos unió mucho, hasta ser lo que somos ahora: novios.

Definitivamente nunca creí andar con un escritor frustrado de guardianes infantiles, pero todo es muy inesperado en esta vida, ya que, también no creo que él se hubiera imaginado haber perdido a sus amigos porqué decidieron dejar de creer en lo que él cree, y, además, ser novio de una dark frustrada.

Sí, posiblemente éramos completamente diferentes, pero nos queríamos, o eso creía.

Burgess era muy bonito, y más en estas épocas navideñas, pues siempre el invierno sabía sacar su lado bello en estos lugares, decorando el lugar y convirtiéndola en una pequeña ciudad de hielo artística, que Jamie llamaba: Jack Frost, pero me negaba a admitirlo en voz alta. En ocasiones, desearía tener un novio más normal, que no creyera en esas locuras, pero cuando estaba con Jamie, sabía que no me había equivocado de haberlo elegido a él como pareja.

Y una vez más, me había perdido de mis pensamientos. Nuevamente regresé a la realidad, dejando de pensar en Jamie y en los guardianes de los niños, para centrarme en lo que estaba viviendo y en cuanto me faltaba para llegar a la casa de mi novio, esperando firmemente que no estuviera escribiendo y por esa razón estuviera ignorando mis mensajes.

No era que él escribiera mal o desprestigiara lo que él hacía, sino, simplemente a veces me gustaría tener salidas de pareja en vacaciones de navidad como cualquier pareja normal, en vez de tomar distancia, porqué tu pareja quiere trabajar con su saga para niños titulada "los guardianes de la infancia". Pero yo era un poco comprensible, y por esa misma razón, iba a visitarlo, mientras escuchaba levemente el sonido de una escarcha rodeándome entre más me adentraba al terreno de la familia Bennett, como ya era costumbre, casi siempre, solamente aquí, escuchaba aquel sonido. 

Era extraño, sí, pero sólo aquí pasaba. Ignorando aquello, toqué la puerta de la casa de los Bennett, y al instante, la mamá de Jamie abrió, con una sonrisa hogareña.

─Hola. Buen día ─saludé amablemente a la señora, la cual comenzó a inspeccionar detrás de mí para ver que se encontraba, pero al ver que no había nada, cambió su mirada a una de reproche, viéndome fijamente.

─¿Viniste sola? ¡¿A pie?! ─exclamó entre sorprendida y molesta la mujer.

─Sí. No se preocupe, estuvo bien caminar un poco ─mencioné amablemente, tratando de pasar a la casa, pero ella seguía ahí en frente, viéndome molesta.

─Cuando te vayas, avísame y te llevo a tu casa. No quiero que vuelvas a irte tan sola y con este frío ─advirtió la mujer, dejándome entrar finalmente a su casa, cosa que agradecí mientras me envolvía en el calor de su hogar, satisfecha de qué al final me dejaran entrar para calmar este frío que sentía.

🄳🄰🅁🄺 🄵🅁🄾🅂🅃 ❄️🄹🄰🄲🄺 🄵🅁🄾🅂🅃.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora