Destino.

Una relación.

El Omega se estremeció, ya llevaba un buen tiempo de haber sido novio del alfa (tres meses). Aunque ambos trabajaban en el mismo lugar, sus compañeros de trabajo tomaron muy bien su relación. Takemichi jamás pensó que sus sentimientos serían correspondidos por el alfa. Naoto jamás lo pensó, y pensar que él fue el que más despreció al omega al inicio; solamente porque Takemichi gustara de él. El alfa besó sus labios una vez más, Takemichi era perfecto para él. Después del trabajo ambos se iban a comer y terminaban bebiendo café en el departamento del Omega.

Sus citas siempre se limitaban a pequeñas cenas y pequeñas charlas acompañadas del café de Takemichi pero, hoy habían hecho algo fuera de lo normal. El alfa y el Omega solamente recuerdan que estaban en el sofá viendo una película cuándo de repente, ambos iniciaron a besarse lentamente. Aunque Naoto quiso controlarse al inicio, no pudo. Sentir la piel de Takemichi en sus manos le había encantado. El Omega tenía la piel más suave que había tocado. Takemichi también estaba ansioso, era la primera vez que, Naoto lo estaba tocando de esta forma, sin una pizca de respeto como solía hacerlo. Ambos se separaron por falta de aire.

El alfa de inmediato se posicionó encima de su Omega, para después levantarle la camisa a Takemichi e iniciar a besar y chupar sus pezones. Takemichi solamente se limitaba a quejir. El Omega amaba mucho al alfa, así que no le molestaba que este contacto sea precipitado. Naoto siempre estuvo conteniendo sus deseos al ver a su omega, pensando que podía asustarlo si terminaban así, era un alivio que Takemichi también quisiera esto. El Omega sonrió, amaba demasiado a su novio.

-Tu piel es tan suave -susurró en el oído del Omega. Takemichi se sonrojó mientras sentía cómo el alfa besaba su frente -. ¿De verdad quieres hacerlo? Por qué no dudaré en marcarte si lo hago -advirtió con una sonrisa maliciosa. Takemichi estaba conmovido, tanto que lágrimas resbalaron por su mejilla. El alfa también lo amaba tanto como él. El alfa se asustó al inicio, pensando que había asustado al Omega con su amenaza. Takemichi sonrió.

-Me encantaría, Naoto -pronunció con un brillo en los ojos, sin duda el Omega agradecía al destino. El alfa se calmó, su Omega también quería que lo tomara. El alfa se levantó de encima de su omega, para después cargar a Takemichi y llevarlo a donde el Omega había dicho que sería su habitación.

-Tu habitación es bonita -susurró para acostar al Omega lentamente sobre la cama. La habitación del Omega era un pequeño cuarto y su cama era mediana. El alfa se posicionó encima de él una vez más para iniciar a besarlo suavemente, Takemichi se sonrojó, era la primera vez que tenía intimidad con un alfa. Ambos se iniciaron a besar con pasión. El alfa lentamente retiró las prendas del Omega, para acariciar su piel. Para Naoto también era su primera vez, por ello quería que fuese especial para ambos.

-¡N-Naoto! -gimió al sentir cómo su alfa introduciera su miembro en él. Una risita se escapó de los labios del más alto. Takemichi sin duda era adorable cuando se sonrojaba. El alfa inició a embestir lentamente al omega.

Después de eso, ambos se dieron una ducha, para después sentarse como siempre en la cocina bebiendo café. El alfa estaba sumamente feliz, había marcado a su Omega, oficialmente Takemichi era suyo, de su propiedad. Takemichi también estaba feliz, Naoto, el alfa que le gustaba lo había marcado, lo había hecho suyo. Después de beber café, el alfa se despidió de su omega. Aunque a Naoto le encantaría pasar la noche con su omega cómo siempre, había recibido una llamada de sus padres.

Los días pasaron, Takemichi cada vez se inició a sentir un poco mal, tanto así que fue al médico, solamente para revelarle que, tenía tres semanas de embarazo. Aunque el Omega sentía feliz con la noticia, no sabía cómo podía reaccionar el alfa. Tal vez Naoto no quería un bebé aún. El Omega estaba asustado ¿Qué pasaría si Naoto se enteraba? ¿Lo iba a querer igual? Aunque el omega no quería decirlo, sabía que tarde o temprano su novio se iba a dar cuenta de eso, sus hormonas no lo iban a ocultar para siempre. Así que, con miedo, el Omega le pidió a su alfa verse.

Naoto aunque al principio se extrañó por la petición de su Omega, aceptó. El alfa llegó a casa de su Omega para saber que pasaba y porque Takemichi estaba tan decaído en el trabajo. Takemichi Suspiró con pesadez para después abrir los labios.

-Estoy embarazado -añadió con la mirada hacia abajo. Naoto lo vió detenidamente, así que eso era. Aunque el alfa había detectado un cambio en las hormonas del Omega, no estaba cien por ciento seguro, era un alivio saber que era eso, y no que el Omega estaba meramente deprimido por algo. Takemichi esperaba la reacción de Naoto, solamente esperaba que su alfa no se enojara mucho con él por no evitar eso. Takemichi sabía que, ambos aún eran jóvenes, no era tiempo de un bebé. No aún.

-Me alegra saber que era eso -sonrió al tomar la mano de Takemichi sobre la mesa -. Creí que el cambio en tus hormonas se debía a una depresión, pero, gracias al cielo solo estás embarazado -Naoto estaba más que feliz con la noticia. Ese bebé significaba el amor que sentía por Takemichi. Takemichi estaba confundido, no sabía que su alfa podía tomar tan bien la noticia -. Takemichi, cásate conmigo -añadió finalmente. Puede que sea algo precipitado pero para Naoto no. Casarse con él omega que amaba era lo que quería. La idea de una familia lo hacía muy feliz. El alfa ya se había imaginado una vida con su Omega y su hijo. Takemichi estaba muy confundido ¿Había escuchado bien? Naoto acababa de proponerle matrimonio.

-Naoto -susurró, el Omega al inicio estaba dudoso de casarse, pero si era con Naoto no habría porque negarse -. Sí, me casaré contigo -sonrió. El alfa estaba complacido, formaría una familia con su omega. El alfa solamente se limitó a besar su mano.