⊱Capítulo 3⊰

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Era un sábado muy tranquilo, el pequeño rubio estaba en el patio trasero de su casa dibujando las bonitas y coloridas flores que su madre planto.

Desde los 8 años se intereso por la pintura, sentía que de alguna forma le ayudaba a expresarse y relajarse, no importaba si solo eran líneas coloridas trazadas encima una de otra, eso lo desahogaba.

Su madre entró al jardín, y cuando vio a su pequeño hijo sentado en el pasto se acercó a ver lo que hacía, pudo visualizar que su hija dibujaba en su libreta las flores, eran trazos tan delicados y tanta concentración en ellos que no pudo sentirse mas orgullosa de su hijo de lo que ya estaba.

Tomo asiento a su lado y deposito un casto beso en su cabeza.

Jimin dejó de dibujar y volteo a ver a su progenitora con su típica eyesmile.

A su madre se le derretía el corazón, para ella su hijo era como una bendición, su pequeño angelito. Era la persona mas importante en su vida y odiaría perderlo.

--Veo que has mejorado cariño--dijo mientras veía el dibujo de su pequeño hijo--es muy lindo--.

El rubio volteó la hoja y escribió "gracias mamá" con su lápiz mientras volvía a sonreír a su progenitora. Para Jimin su madre era una heroína, era como su mejor amiga, siempre estaba para él.

La peli-naranja le de volvió la sonrisa a su hijo para luego levantarse y limpiar su sedoso vestido blanco con flores naranjas que lo adornaban.

--Entra pronto minnie, ya casi esta listo el almuerzo--acarició su cabello mientras veía al pequeño sonreír y asentir--.

Cuando la mujer entró a su casa se encontró con su madre, la señora la miraba con una mueca en e rostro.

--Oh Sana, cuando le dirás a Jiminnie que hay una posibilidad para que regrese su voz--la mujer habló con un tono triste, sabía que su hija quería demasiado a su pequeño nieto, pero no era excusa para no decirle la verdad--.

--Mamá, Jimin esta bien así, no hay necesidad--camino a la repisa de la cocina y se puso un delantal amarillo, comenzó a mover con una cucharada de madera la sopa de la olla--además sabes que esa operación es riesgosa.

--Si, pero aunque sea deberías decirle, ya tiene una mentalidad para decidir si el quiere o no hacerse la operación--habló la señora mientras peinaba un poco sus cabellos canosos--.

--Pero yo no quiero, Jimin es lo mas sagrado para mí, no voy a perderlo.

--Claro, no le hagas caso a tu vieja madre--revoloteo lo ojos--pero luego no vengas llorando cuando Jimin descubra sobre la operación y se enoje contigo por ocultarlo.

Ambas mujeres guardaron silencio hasta que Jimin entró por la puerta sonriendo, se acerco a saludar a su querida abuela en cuenta la vio.

--¡Minnie!--exclamó la mujer--¿Cómo has estado?

El pequeño formo un puño con su manita hasta subir el dedo pulgar y mostrarlo a la señora.

--Me alegra mucho pequeño--sonrió enternecida ante la ternura de su nieto--y...¿Cómo van las cosas con Jungkook?

Al menor se le coloraron las mejillas y bajo la mirada avergonzado, su abuela siempre era muy directa al decir o preguntar las cosas.

--Oye yo también quiero saber--habló la peli-naranja mientras apagaba la estufa y dirigía la mirada a su hijo--entonces...¿se han besado? ¿mmh?

El rubio era un tomate, su mamá era otro caso.

Escribió en una hoja de su libreta y escribió "Jungkookie es solo mi amigo".

--Ajá, y yo conozco a la reina Isabela ¿no?--dijo con sarcasmo su abuela--.

--Ya verás madre, Jungkook será mi yerno. Apuesto todo.

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Escribiría otro capítulo pero hasta esto alcanzo mi imaginación ahre 🤠🔫

✿Mudo✿{kookmin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora