⊱Capítulo 8⊰

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El sábado había llegado y con eso también llegó el momento de la confesión, decir que se sentía nerviosa era poco. SE IBA A DESMAYAR.

Somi intentaba calmar a su amigo acariciando su cabeza y dándole palabras reconfortantes, pero el castaño no parecía tranquilizarse con dichas palabras y caricias, no había palabras para decir bien y mal que se sentía.

--¿Y si no le gustó?¿y si me rechaza?--tomó una gran bocanada de aire y siguió--voy a arruinar nuestra amistad y no volveré a ver a mi ángel.

La peli-rubia rodó los ojos, su amigo estaba siendo demasiado llorón en esos momentos.

--Tienes que calmarte koo, todo saldrá bien.

--¿Pero y si hago el ridículo?

--Ridículo te verás si llegas tarde por tu chico.

Era cierto, el castaño quedó en ir a recoger al menor a las siete y media pero ya se estaba pasando la hora acordada.

--¡Oh mierda!--exclamó mientras se paraba de un brinco de la cama--Voy tarde.

--Bueno ve idiota.

Se miró una última vez al espejo y salió de su casa no sin antes despedirse de su mejor amiga y su progenitora que le daban ánimos de confesar su amor al pequeño Park. Flash se queda corto a su lado.

.

.

En menos de cinco minutos ya se encontraba en casa de los Park's, su pie se movía inquietamente después de haber tocado el timbre mientras unos pasos resonaban desde adentro de la casa.

La puerta se abrió mostrando a la mamá de Jimin muy sonriente de ver a su "futuro yerno" como ella le decía.

--Jungkookie--dijo alegremente--Esperas a Jimin ¿no?

--Buenas noches señora Park y respondiendo a su pregunta, si, espero a Jimin--sonrió haciendo su típica sonrisa de conejito--.

--Pasa y lo esperas adentro.

Hizo una pequeña reverencia y se adentro al lugar, la peli-naranja le hizo una señal para que pasara a la sala de estar en donde se sentó en unos de los grandes y suaves sillones.

--¿Gustas agua o jugo?

--No, gracias.

--Muy bien, Jiminnie bajara en unos segundos, si necesitas algo estaré en la cocina.

Una vez que la mujer se retiró del lugar aprovecha a soltar un gran suspiro, sus nerviosa aumentaban cada segundo y sentía que vomitaría.

Ruidos se comenzaron a escuchar en la planta de arriba y por las escaleras descendió un pequeño rubio con las mejillas sonrojadas por la vergüenza.

Jimin llevaba puesto una camisa de mangas largas, un pantalón algo pegado y unos tenis, todo de color blanco. Su cabello estaba rizado y parecía llevar un poco de maquillaje sin arruinar su belleza natural.

Un bello ángel.

--Wow--fue lo único que pudo decir, estaba embobada con la belleza del pequeño--.

--Si wow--respondió Taehyung quien bajaba de las escaleras--hicimos magia ¿no?

--Bueno Jungkook cierra la boca que se te cae la baba--dijo rosé de forma burlona--.

--¿No le dirás algo a Minnie Jeon?--habló Baekhyung--.

--Mejor nos vamos para que los tortolitos hablan a gustó.

Giselle se llevó a todos a regañadientes mientras que estos les gritaban que disfrutaran su noche. Una vez que todos se fueron Jungkook se acercó a Jimin y tomó sus pequeñas manos entre las suyas de forma delicada.

✿Mudo✿{kookmin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora