Sentimientos Encontrados (Terminada)

Capitulo 17

<<Narra Poché>>

Llamaron a la puerta y fui a abrirla. Me sorprendí al ver a Calle allí, sola y con lágrimas en los ojos.

-¡Calle! -dije preocupada.

-Poché...

Su voz estaba a punto de romperse y sus ojos estaban llorosos. Creo que quiso decirme algo, pero no la dejé porque la abracé contra mí. Ella escondió su cara en mi hombro y empezó a llorar.

No sabía qué le pasaba, pero no quería verla mal, y eso lo sabía de sobra. Cuando nos separamos del abrazo, cogí su cara entre mis manos y le sequé las lágrimas con mis pulgares.

Ella me miraba con los ojos húmedos y un poquito hinchados, se notaba que había estado llorando antes de venir aquí. Tenía una mirada perdida y parecía que se iba a romper en cualquier momento. Me estaba matando verla así.

-Calle... ¿Qué te pasa?- dije en un susurro.

-poché... ¿Podemos ir dentro? - dijo con su voz entrecortada.

Asentí y bajé una mano hasta atrapar
la suya. Subimos las escaleras lo más
deprisa posible y en silencio. Esperaba no encontrarme a nadie por el pasillo y llegar hasta mi habitación sin ser interrumpidas.

Cuando llegamos, Calle se sentó en el borde de la cama y yo cerré la puerta. Me acerqué a ella y me puse de cuclillas enfrente de ella. Entrelacé mis manos con las suyas y la sonreí para que supiera que conmigo podía
contar siempre.

-Poché... - Calle intentó sonreír, pero no lo consiguió.

-Calle, tranquila, tómate todo el tiempo que necesites. Tenemos toda la noche, y no dormiré hasta que estés bien.

-Gracias. - susurró. - Te quiero.-

Sonreí. -Y yo a ti.

Nos fundimos en un abrazo y cuando nos separamos lentamente, Calle decidió soltarlo todo.

-Lila y yo lo hemos dejado. - abrí los ojos, no me esperaba aquello para nada.

-¿Qué ha pasado? - me atreví a preguntar.

-Me ha engañado con otra... Jo, Poché, tenías razón. Lila me iba a acabar haciendo daño, pero no te hice ni caso. Lo siento. - dijo abrazándome y volviendo a llorar.

-Eh, Calle, tranquila. No es tu culpa, ¿vale? No tienes nada de lo que disculparte.

Calle me miró y no pude evitar darle un beso en la nariz y chocar mi frente con la suya. La canaria sonrió y me alegré de ser yo quien le sacaba aquella preciosa sonrisa.

La verdad que cuando Calle me dijo la razón por la que habían terminado no me sorprendió para nada. Ya había vivido eso en mi propia piel, pero no era plan de decirle que sabía que iba a acabar pasando eso.

Calle me sujetó de los hombros y se levantó. Me sorprendí y, acto seguido, me sentó en la cama. Después se sentó en mi regazo y me abrazó, hundiendo su cabeza en el cuello.

-Gracias, Poché. Eres la única capaz de hacerme sonreír en los peores momentos. No sé cómo lo haces, pero me encanta.