Cure me, Dany (LawRusso) [Adaptación]

🌱 TRECE 🌱

Laura le había prohibido a Johnny verse con Daniel, lo único que Laura quería era detener el pronto desarrollo de la enfermedad de su hijo, puesto que según lo que les había dicho el señor Miyagi el medicamento que tenía ese efecto aún no estaba listo para venderse, y si Johnny se negaba a regresar a Nueva Jersey era lo único que podía hacer. Sé estaba volviendo egoísta, pero le dolía ver a su hijo desgarrarse cada vez que un ataque de tos o vómito llegaban a él por la enfermedad hanahaki, y estaba seguro de que a su hijo le dolía mil veces más.

Tenía tanto miedo de que Dios se llevará a su hijo cómo lo había hecho con John y Sid, así que tenía que idear un plan para evitar su muerte, tenía que ser egoísta por primera vez en su vida, sabía que Johnny no aceptaría hacerse la cirugía que removería la enfermedad, pero si las cosas salían mal ya había acordado con Miyagi una operación para salvar a Johnny y lo mantendría en secreto hasta ese entonces.

Para Johnny el hecho de estar "castigado" sin salir y sin ver a Dany no estaba tan mal, puesto que era la única manera de seguir en California, la única forma en la que podía seguir al lado de Dany, quería estar a junto a él hasta el último día de su vida, si tenía que escaparse para verlo lo haría, quería ser completamente feliz en tiempo que le quedaba.

La enfermedad no lo iba a detener.

🌸🌸🌸

La escuela se había vuelto demasiado monótona para Daniel desde que Johnny comenzó a tomar clases en casa, no había nadie que lo hiciera reír a carcajadas como él lo hacía antes de que dejara de ir a la escuela, tampoco lo podía ver por las tardes ya que Johnny le había dicho que su Laura lo había castigado, solo podía verlo a la media noche como si fuera un fantasma y ese corto tiempo que pasaban juntos no era suficiente. Su única salida era Ali que si bien no era Johnny al menos lo reconfortaba con su amabilidad y su sentido del humor, podía decir que algunas veces se sentía algo identificado con ella, incluso ya se sentían como si se hubieran conocido hace tiempo, tenían confianza, pero no la suficiente como la que tenía con el ojiazul.

Compartían el camino de ida y de regreso al instituto, ella lo esperaba hasta que terminara de dar sus clases por las tardes y si aún sentían que no querían regresar a casa pasaban al parque para perder el tiempo, ahí se contaban todo. Ella le contó cuando su madre la abandonó, cosa que seguía sin superar, el solo le contó de cuando comenzó como vendedor en una concesionaria de autos usados y de los problemas que tuvo alguna vez con su madre.

Esta era una de esas veces donde decidían perderse antes de llegar a casa, compraron un helado y de sentaron bajo la sombra de un árbol.

— Gracias por el helado Dany — agradeció la chica.

— No es nada, Ali — respondió él.

— ¿Sabes? Creo que eres la persona con la que más me gusta estar.

— Gracias Ali, también me gusta estar contigo.

Ali hizo que Dany la viera a los ojos, tomó las mejillas del chico y habló.

— Me gustas Daniel.

Entonces aquella frase de su tío que seguía resonando desde el día que Ali fue por primera vez a su departamento pasó por su mente.

— ¿Quieres ser mi novia?