🍂 QUINCE 🍂

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Daniel nunca se había puesto a pensar sobre que era aquella enfermedad que tenía Johnny, nunca le había llamado la intención investigar a pesar de las inusuales características del padecimiento, fue hasta que su madre le dio un consejo que decía que una manera de ayudar a su amigo era entender la enfermedad por la que estaba pasando. El pelinegro quiso seguir el consejo de Lucille, pero ni siquiera sabía cómo investigar sobre ello, solamente puso pidió un libro con la frase más absurda que pudo pensar para su búsqueda y la mujer sin rastro de sorpresa por tal pregunta le indico a donde ir.

Leia la información con seguridad de que lo que estaba leyendo no era una locura, el mismo había visto los síntomas en Johnny, había observado a su amigo toser pétalos. La enfermedad en si no lo impresionaba en lo absoluto, era el tipo de chico que creía que todo en la vida era posible si creías en ello. Lo que realmente le sorprendía era la razón de la enfermedad, no podía creer que algo tan hermoso como lo es el amor pudiera causar tanto daño a una persona, como ese sentimiento podía llevar hasta la muerte.

Entonces recordó cuando Johnny le había confesado sus sentimientos, y como había sido tan frío al responder, como seguía haciéndolo con indiferencia ante los sentimientos de su amigo, si hubiera sabido antes de aquella enfermedad no habría hecho todas esas cosas que lastiman Johnny, hubiera sido cuidadoso, honesto y verdadero.

La idea de perder a Johnny se vino de nuevo a su cabeza, sabía que aquella enfermedad por la que su amigo pasa a era causada por él, eso lo lastimaba más que cualquier cosa así que lloró como antes no lo había hecho. Esa dificultad lo hizo reconocer los sentimientos que él mismo se negaba a aceptar.

Le dolía ser quien estaba matando lentamente a Johnny Lawrence. No quería ver morir por su culpa al chico que ama.

Quería abrazarlo y decirle que lo sentía, que lo amaba, que esperaba que lo disculpara, que quería tener un brillante futuro a su lado y que a partir de ese momento le daría la vida que el mismo le estaba quitando.

🌸🌸🌸

Una chica de cabello claro entraba al edificio luego de haber saludado a su suegra, la señora Lucille LaRusso, quien trabaja en la pastelería de la tía de su novio Daniel. Ali Mills quería ver a su novio supuestamente enfermo, así que no dudó ni un segundo en ir a buscarlo hasta su departamento y llevarle algunas cosas para que mejorará su salud.

El edificio es grande, además todos los pisos llevan el mismo tono de púrpura, realmente alguien podría perderse un poco por la similitud entre los departamentos, pero Ali ya había aprendido de ida y vuelta el camino hacía el hogar de su novio, por ello llegó con rapidez a su destino y toco la puerta, pero nadie abría.

Busco una forma de comunicarse con Daniel, no respondía el celular, no contestaba los mensajes, lo único que la chica de ojos verdes pensó fue en preguntar a los vecinos si sabían si su pareja había salido o algo así, entonces tocó la puerta del departamento de enfrente.

El departamento de los Lawrence.

— Hola — saludó Ali al chico que tenía de cara a ella.

— Hola — respondió Johnny a la chica — ¿Necesitas algo?

— Ah si, disculpa la molestia— comenzó Ali — es que vine a ver a mi novio, pero no abre y la señora Lucille me dijo que estaba en el departamento, ¿No sabes si salió o algo así?

— ¿Tu novio? — cuestionó Johnny.

— Si, mi novio — dijo ella— Daniel LaRusso, tu vecino.

Johnny no sabía que contestar, estaba confundido, sabía que Daniel era heterosexual, que por eso no podría corresponderle nunca y que por lo mismo estaba cerca de morir, pero si se tenían tanta confianza y si de todas maneras moriría ¿por qué no le había contado que tenía novia?

La puerta del departamento de enfrente fue abierta dejando ver a Daniel apresurado y con los ojos llorosos. Cuando el pelinegro vio a su novia con Johnny se dio cuenta de que todo se había ido al caño. No sabía que decir y mucho menos cómo reaccionar, pero ver a Johnny con una expresión llena de tristeza mientras aguantaba las lágrimas le partía el alma.

— Johnny...

— Daniel, tu novia te busca — dijo Johnny fríamente.

— Johnny, hablemos —dijo Dany.

— No Daniel, tu novia está primero.

El rubio cerró la puerta rápidamente y corrió al baño para vomitar, los pétalos cada vez se hacían más presentes.

Johnny ya no quería más dolor.

Cure me, Dany (LawRusso) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora