8: "Celos"

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Aurora.

 
 
 
 

 
Termino de guardar los platos en su lugar mientras sostengo en celular entre mi oreja y hombros, mi ceño está fruncido y admito que estoy un poco preocupada.

—¿Por qué escucho sirenas de ambulancia?— cuestiono, él suspira.

—Voy saliendo de un operativo y hubo un poco de fuego cruzado.

Por poco y dejo caer uno de los vasos de cristal, pero lo sostengo a tiempo.

—¡Mierda! ¿Estás bien?— pongo todo en su sitio y salgo de la cocina.

La abuela les dió el resto del mes libre a la señora Anne, Roxy y Niah, siempre lo hace entrando estás fechas navideñas, dice que ésta es época para estar con la familia, no para estar trabajando. Así que todos nos estamos turnando para hacer los quehaceres en casa, hoy fue mi turno de lavar los platos y poner todo en su sitio.

Podremos ser una familia con mucho dinero y comodidades, pero eso no significa que no sepamos hacer las cosas básicas de un hogar por nosotros mismos.

—Yo estoy bien físicamente, no te preocupes.

—¿Solo físicamente?— salgo de la cocina, decidiendo que lo mejor es seguir hablando en mi habitación.— Sabes que puedes hablar conmigo.

Escucho un suspiro de su parte, y comienzo a subir corriendo las escaleras cuidando de no caerme y romperme el cuello.

—Teníamos a un infiltrado en la central.— a veces es díficil creer que él es un agente del FBI, pero con conversaciones así...— Era una compañera de nuestra unidad, nos traicionó y entregó todo tipo de información que conseguimos a su... Jefe.— escupe la palabra como si le diera asco, y puedo entender que es así, ¿Cómo puede alguien ser capaz de traicionar a sus compañeros y amigos?

¿Cómo puedo darle consuelo? No soy experta en el tema, tampoco sé lo que se siente ser vendido por un amigo, lo que sí sé es que quiero estar ahí para él. Llevamos solo un par de días saliendo de forma oficial en secreto, pero llevo conociéndolo más que eso y saber que se siente mal no me gusta.

—Estás triste.

—Furioso sería la palabra correcta, Solecito.

—Si, estás furioso, paro también estás triste.— suspira.— No hace falta que lo niegues, yo lo sé.

—La situación es una mierda, Colton está que que revienta.

Frunzo el ceño, extrañada.

—¿Nate está ahí? Pensé que estaría con Cam y Riley, hoy se muda de apartamento... Bueno, eso me dijo Cam cuando hablamos ésta mañana.

—Ella y la bebé están en la central, es una larga historia.

Ya lo creo, en primer lugar: ¿Qué hacen allá? Me da mucha curiosidad saber que está pasando, pero sé que no debo preguntar ahora, tampoco puedo llamar a mi prima y averiguarlo porque luego comenzaría a preguntar por qué sé todo lo que está pasando, y mencionar a Mitch solo la haría cuestionarme más cosas.

—¿Quieres que nos veamos?

—No creo que sea posible hoy, Solecito, estoy muy liado.

—Está bien, entiendo, tienes mucho trabajo por allá, podemos dejarlo para después.

Me siento frente a mi escritorio y enciendo mi laptop, debo aprovechar mi tiempo libre para terminar de enviar los últimos informes y ensayos que me quedan antes de poder tomar mis vacaciones, solo faltan cinco días y podré descansar un poco de tantos profesores estirados. También debo aprovechar este tiempo para conseguir un buen trabajo que logre adaptarse a mis horarios cuando inicien las clases una vez más.

Mala Elección [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora