Hawks... (One-shot's) (Hawks Y Tu)

Per-ver-ti-do

Aviso
Esto es un AU de la historia, sin quirks, ni héroes y ellos estarán en la preparatoria.
(Idea inspirada en un viejo comic que encontré por ahí)

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Un poco de sudor recorría su frente, su pelo suelto ondeaba con el viento, su respiración era agitada, sus brazos estaban en sus rodillas, y veía a los demás seguro trotando.

–Hey, Todoidiota, Shohiro denme sus chaquetas, hace algo de calor -un rubio cenizo le hablo a ella y su amigo peliblanco que lo observó ofendido por el apodo-

–Oye, al menos no me rechazó mi crush -el peliblanco dijo divertido sancando su chaqueta-

–Pero no lo hizo por qué no existe -le siguio el rubio-

–Ya basta -la chica los detuvo antes de una larga pelea empezará y se sacó la chaqueta- Dabi, Hawks es hora de clase, se pueden pelear de camino a casa

Ambos sonrienron a la chica y luego entre ellos, a pesar de las peleas se llevaban bien, eran uña, mugre y carne. Volvieron a trotar con la vista de todos sobre ellos.

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En un edificio de departamentos, en el piso 5 para ser exactos.

–¡Keigo!, ¡No olvides poner tu ropa de gimnasia en el cesto!

–¡Si, señor! -el abrió su mochila dispuesto a sacar el uniforme pero encontro una chaqueta además de la suya- «¿Uh?, ¿En qué momento? Espera...»

El muchacho coloco su ropa en el cesto pero se llevó la chaqueta ajena a su habitación, recordó que no la regreso al menos no a ella.

«Acaso, ella... -recordo cuando recibió la prenda de la chica- Yahiro no sudo mucho hoy ¿No?» pensando eso se recostó en la cama, observando la chaqueta.

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Por otro lado tres pisos arriba.

–¡Por fin estoy en casa!

–Buenas tardes, señorita

–Hola, ¿Qué haces aquí?

–Sus padres me han dado el recado de decirle que tienen una cena hoy y que tiene que asistir

–Ah, bueno...

–Señorita, no olvide colocar la ropa de gimnasia en el cesto -dijo entrando a la cocina-

–¡Si!, Lil -ahora de mala gana la chica entro a su habitación-

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–«¿Dónde deje mi chaqueta?»

Ella buscaba por toda su mochila, intentando encontrar la prenda faltante del uniforme.

«Le preguntaré a Touya» dijo saliendo de su departamento, importandole poco la presencia del mayordomo de su padre y fue al piso de abajo.

–¡¡Touya, más te vale estar vestido!! -dijo y abrió la puerta del departamento con toda confianza-

–¿Qué pasa Shou? -el salió de la cocina con ropa casual sin importarle que ella entrara al departamento sin permiso-

–¡Hey!, ¿Has visto mi chaqueta de gimnasia?, No la encuentro en ningún lado

–Nop, ¿Ya le preguntaste a Hawks?, El tenía nuestras chaquetas -dijo mientras entraba de nuevo para voltear algo del sartén-

–¡Ah!, Es cierto ¿Cómo no se me ocurrió?, En fin, gracias

–Aja, aja

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Ah~

El olor de su shampoo~

Su olor~

Mmm~

Haa~

–¡¡HAWKS~!!, ¡No encuentro mi chaqueta de gimnasia~! -el cenizo pegó un salto al oír la voz de la chica afuera de su ventana-

Salio como flash por el balcón de su habitación jadeando un poco.

–Jaja, Yahiro-chan olvide regresarte tu chaqueta, perdón

–Je...lo sabia -sonrio y luego lo observó, su cabello está revuelto, su cara sonrojada y en sus manos traía su chaqueta- «¿Eh?, ¿Acaso el...?»

–¿Eh?, ¿Shohiro? -Jadeo un poco y luego ella abrio la boca, sonriente-

–Per-ver-ti-do -dijo y luego sonrió totalmente divertida-

El muchacho se puso más colorado y la observó atontado.

–¡¿Que?!, ¡Pero todavía no he echo nada! -dijo agitando las manos negando los echos-

–¿Hmm?, ¿"Todavía" no has echo nada? -sonrio aún más, casi a punto de carcajearse-

–¡Ahhh!, ¡N-no me refiero a eso!

–Jaja, ya, ven a dejarme la chaqueta -dijo y entro a la habitación-

–¡Esta bien!

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El chico tocó la puerta, jadeando un poco por subir tres pisos corriendo.

–¿Si?

–¿Eh?, Amm, hola

–Lil, ¿No dijiste que tenías que irte, ya?

–Lo lamento, señorita, le avisaré a su padre que faltara a la cena, hasta luego

El hombre dejó entrar a Keigo y cerró la puerta saliendo.

–Eres un pervertido -ella dijo arrebatándole la chaqueta a Takami-

–Ya te dije que todavía no había echo nada -se puso rojo por esa declaración-

–¿Pero ibas a hacerlo, verdad? -Shoko lo provocaba divertida de la situación-

–No

–Mira nada más, pervertido y mentiroso -dijo entrando a la sala-

–¡Ya! -el estaba totalmente rojo-

–No te culpo, talvez no eres el único de nosotros que lo ha echo -dijo ella mientras se sentaba en el sofá individual-

–¿Qué?

–Lo que oíste, cerebro de maní -el ojiazul dijo saliendo de la cocina-

–Ah, Todoidiota, eres tu

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784 palabras