Cerró los ojos mientras canalizaba la teletransportación. Esquivó una esfera, y con una sombra se colocó detrás de ella. Esquivó otra esfera, sin poder hacerle el daño que tenía pensado. Buenos reflejos. De uno de los arbustos sintió movimiento. Ella preparo dos esferas. El embistió un combo contra ella, y cuando la lanza cortó el aire, él ulteó. En el tiempo que le restaba, ella ulteó, y luego lo dispersó. Sombras, cambios, shurikens, fuego. Los tres murieron. Gran habilidad. Nidalee se llevó un asesinato. Zed un doble.
El nexo azul cayó. Pero no fue una derrota. Él la vio retirarse de la grieta, y se dio cuenta del gran poder que poseía. Ella le dirigió una mirada divertida, jactándose de su victoria; observándolo, imaginando su poder desatado junto con el del ejército oscuro que él podría brindarle.
La conglomeración de campeones era insoportable, los pequeños yordles se escabullían entre sus pies, sentía las miradas de un gran grupo de ninjas clavadas en su espalda. Syndra bufó molesta mientras esperaba su turno para pasar por el portar que la llevaría de la Liga a su hogar. Había tenido un día asqueroso en la cicatriz y en el abismo. Pero nada, NADA se comparaba a su última batalla en la grieta. Bufó aún más fuerte y creo una esfera que, a mala suerte, no hizo daño a la yordle que pasaba delante de ella correteando.
– ¡Hey! Ten más cuidado, anciana. – La yordle que hubiera sido decapitada si esa esfera la hubiera tocado fuera de la Liga, le gritó enojada. Las esferas de la espalda de Syndra comenzaron a temblar, mientras la magia que corría por sus venias incrementaba su pulso.
– Tu, pequeña yordle asquerosa, ten más respeto. No puedes tratar a alguien tan poderoso como la soberana oscura como un igual de tu inservible y repugnante especie. – La voz sombría y opacada por la máscara de Zed hizo palidecer a Tristana. Si bien sabía que él no podría hacerle nada dentro de los campos de la justicia, no quería sufrir dolor extra si llegaba a enfrentarse a él en una contienda; o peor, no necesitaba enfadarlo con el riesgo de que él la siguiera fuera de la Liga.
– Mis disculpas, Maestro de las Sombras. – Tristana gruñó entre dientes y se retiró sin dirigirle la vista ni a Syndra, ni a Zed. Él, la dejó marchar, había conseguido una excusa para acercarse a la Soberana Oscura, más rápido y fácil de lo que esperaba. La asquerosidad de los yordles, habían sido útiles en algo.
– Podía hacerme cargo del moretón de tierra yo sola – Le dijo Syndra, con la despectividad más real que logró articular – Sin embargo, gracias por lo de “poderosa”, maestro de las sombras.
Zed se inclinó en una reverencia sutil, y Syndra sonrío con suficiencia. Si, definitivamente había hecho una buena elección. – Ha sido un placer. Y dígame Zed, por favor. – Finalizó él, para comenzar su plan.
– Syndra, para ti. – La soberana oscura volteo toda su figura hacia él, dejando de flotar para encontrarse a su altura. Sin embargo, torció el gesto al verse más baja que su acompañante – Un gran desempeño el tuyo hoy con tu doble el midlane, y felicidades por tu pentakill, lástima por la derrota. – Sonrió divertida – Aunque la próxima vez, preferiría observar tus habilidades sin ser asesinada por ellas. – Sentenció, divertida pero con una sonrisa sarcástica y la voz desdeñosa. A la vez, recordó su segunda visita a la grieta ese día y su pálido rostro se coloreo en ira.
– Lo agradezco, y mis más sinceras disculpas, sé que mi ultimate puede ser bastante dolorosa. – Zed, se mantuvo serio y respetuoso, y aun así, la conversación fluyó fácilmente. - ¿Debería preguntar, por qué ese obvio desdén en tu rostro? – Zed continuo, observándola con detenimiento.
– A pesar de que mi batalla contra ti fue bastante gratificante, luego de vencer, me volvieron a invocar para ocupar el carril de SUPPORT – Exclamó con todo el odio que podía expresar. – ¿Te imaginas? YO, como soporte. Todo mi poder concentrado en cuidar y salvar de morir a un estúpido y ególatra que no sabía siquiera asesinar decentemente a un súbdito. Y controlada, además, por un invocador que no sabía aprovechar el poder de mi definitiva. Un completo desastre. – Las venas de su cuello resaltaron, y conjuro una esfera que impacto con el suelo mientras volvía a levitar.
Zed negó con la cabeza mientras se inclinaba a recoger la esfera. – Un desperdicio enorme de poder, sin duda. – Syandra sonrió satisfecha. Zed le tendió la esfera y ésta comenzó a levitar alrededor de ella. El maestro de las sombras observó la poca cantidad de campeones que todavía se encontraban en los portales, Gragas intentando convencer a Yasuo de salir de copas, yordles (por suerte, menos de la mitad) sentados en un rincón charlando alegremente. Garen caminando de un lugar a otro mientras Katarina y Talon discutían sobre que cuchillo era mejor. Y Swain, como siempre, desde un rincón, observándolo todo. Volvió a posar su mirada sobre Syndra. La soberana le sonrió de medio lado y fue suficiente para que el entendiera que ya bastaba de palabrería y cumplidos.
– Por favor. – Zed se colocó de medio lado, dándole espacio a Syndra para que pasase y extendió su brazo para invitarla al portal. – Las damas primero. – Syndra sonrió con su ego más alto que su corona.
– Ha sido un placer mantener esta charla tan jovial, maestro de la sombras – Zed, bajo su máscara, sonrió con suficiencia. – No demasiado lejos de Ionia, en los alrededores de un bosque. No te será muy difícil encontrarme. Es decir ¿Cuántas islas flotantes pueden haber? – Syndra rió y antes de pasar por el portal que la llevaría a su destino, giró su cabeza y con la voz más divertida que hacía años no entonaba se despidió – Nos vemos, Maestro de las sombras. Te estaré esperando. – Y con un guiño de su ojo derecho, atravesó el portal.
Él la miró retirarse de esa forma tan elegante que la caracterizaba, y se preguntó si ella se vería así ilustre entre sombras, esferas, sudor, sangre y shurikens.
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Alianza
Fiksi PenggemarSe conocen en midlane. Sus poderes son devastadores. A penas se dan cuenta de eso, saben lo que deben hacer. Jonia arderá. ¿Sus corazones también? Inspirado en el juego online "League of Legends" Pareja: Zed y Syndra