Vahído

¿Amigos?

El constante sonido de algo caer la despertó.

Sus ojos se abrieron pero rápidamente volvió a cerrarlos porque tenía miedo de que Daddy estuviera acostado a su lado y se enojara por despertarse a media noche.

Pero el ruido era tan molesto.

S levantó de la cama dirigiéndose al baño para ver si la razón de aquel constante sonido era el lavamanos abierto.

Pero no.

A pesar de que la llave del agua se encontraba totalmente cerrada el sonido continuaba.

Regresó a su habitación buscando la fuente del ruido y se sorprendió al escucharlo desde la ventana.

Al asomarse logro ver a su extraño y amigable vecino de cabello grisáceo.

Este sonrió al ver que logró despertarla y con la mano le indico que bajara a su lado.

¿Le hablaba a ella?

¿Para que quería que bajara? Era muy noche para salir

Rápidamente la preciosa chica negó ante su petición de forma exagerada haciendo que su cabellos dorados se movieran de lado a lado.

Oh no, si Daddy se enteraba sería el fin para ella, el castigo de hoy fue de lo peor, aún podía sentir el sabor de su líquido en su nariz.

No quería más castigos.

El chico frunció el ceño y con sus labios formó un puchero mientras se cruzaba de brazos.

Alida imitó su acción inconscientemente, y es que en realidad ella si quería bajar a conocer a aquel lindo vecino.

Su boca se movió sin pronunciar palabra, o tal vez si, en realidad no podía escucharlo, pero pudo leer sus labios en un "por favor" al mismo tiempo que ajustaba sus manos en forma de plegaria.

Y cuando menos se lo esperaba ya estabas considerando bajar a platicar con el chico.

Daddy está dormido ¿cierto?

No se dará cuenta.

Si soy rápida.

Corrió a agarrar sus botitas de pantufla de lana y al colocarlas miró la ventana para asegurarse que seguía ahí.

Y efectivamente el chico estaba tratando de ver más allá de la ventana descifrando sus acciones.

Con su mano le señaló que esperara y salió de su cuarto asegurándose de salir en silencio.

Nunca se habías dado cuenta de lo ruidosa que era la casa hasta el momento de bajar las escaleras y escuchar estas crujir.

En su cara se formó una mueca al pensar que Daddy pudo haber escuchado el sonido y decidió que lo mejor era correr escaleras abajo.

"¡Hola!"

Aquella voz la hizo saltar en su lugar cuando se encontrabas cerrando la puerta de la entrada.

"Ho-hola" saludó tímidamente

"No seas tímida. Mi nombre es Bokuto, quiero ser tu amigo"