Vahído

¿Podemos?

No podía evitar caminar de un lado a otro con un puchero en sus labios dentro de su habitación

Las palabras de Bokuto resonaban en su mente una y otra y otra vez.

¿En verdad nadie hace lo que Daddy y yo hacemos?

Pero el se lo dijo, el le dijo que todo era por su bien y la alimento y le dio hogar y cariño cuando sus padres murieron.

La cuido tan bien

"Yo le debo mi vida entera"

Kuroo entró en la habitación sin si quiera llamar la atención de Alida.

Su ceño se frunció al ver lo sumida que se encontraba en sus pensamientos con un pequeño puchero.

"¿Que pasa Muñeca?" preguntó haciéndola sobresaltar.

Y sin pensar las cosas preguntó.

"¿Lo que tú haces conmigo lo hacen los demás Daddys?"

Su pregunta lo tomo por sorpresa.

Rápidamente sus venas se marcaron en su frente y sus puños se apretaron hasta tornarse blancos.

¿Qué le había metido esa duda?

"Yo ya te había dicho que si" hablo sin una pizca de dulzura asustándola "¿Por que la pregunta?"

"Bokuto me dijo que no es cierto, que lo qué haces no está bien y que te aprovechas de mi"

No estaba procesando lo que decía, tan solo repetía las palabras de Bokuto como si de una grabadora se tratase sin si quiera saber las consecuencias que se avecinaban por haber hablado con el vecino.

Kuroo camino hacia ella rápidamente sosteniéndola de las mejillas en un fuerte agarre.

"Ouch" 

"¿Cuando hablaste con él?" volvió a preguntar ignorando su pequeño quejido.

Y fue ahí cuando su piel se tornó blanca recordando que ambas veces en las que habló con el fue a escondidas de Daddy.

"Y-yo n-no hablé con el"

Mintio ingenuamente esperando que le creyera.

"¿Ah si?" pregunto Kuroo sabiendo perfectamente de su mentira para protegerse.

La pequeña asintió rápidamente

"No me vengas con mierdas Alida que yo se que hablaste con el"

Escupió apretando su agarre y sus dientes lastimándola aún más.

"Perdón Daddy es que yo no sabía que hacer , estaba muy triste porque me dolía mucho que jugaras conmigo y necesitaba hablar con alguien..."

"¿¡QUE LE CONTASTE!?"

Alida comenzó a llorar por lo enojado que se encontraba, sentía mucho miedo y no quería que el la lastimara nuevamente.

"Lo siento Daddy, yo pensé que no tenía nada de malo hablar con el vecino..."

Al terminar sus palabras el sonido de la mano de Kuroo estrellándose en la mejilla de Alida hizo eco en la habitación.

"Eres una niña mala, muy mala. Vete a la esquina y reflexiona sobre lo que has hecho"

La pequeña llorando, estaba asustada, muy asustada. Corrió a la esquina de su habitación y se dejó caer en el suelo.

"Lo que te dijo Bokuto es mentira, yo te dije que las personas no eran buenas Alida, que no te querían. El te tiene envidia y quiere separarnos, por eso te pedi que no hablaras con nadie. Todo esto es tu culpa"

Y con eso, el sonido de la puerta de su habitación siendo azotada hizo que sintiera como temblaba toda la casa.

Debí haberle hecho caso a Daddy

Fue un error conocer a Bokuto