Flufftober 2021

Día 2: Hand holding

Antes de leer...

Traducción: "Hand holding" se refiere a tomarse de las manos. 

Durante su secundaria, Katsuki Bakugou conoció al chico que lo hizo enloquecer en más de un sentido. Se colaba en sus pensamientos, en su lugar de estudio, en su camino, en sus sueños, en sus... momentos privados...

Izuku Midoriya estaba presente en su vida de una forma que él ya no controlaba.

Había aparecido un día cualquiera con su estúpida y tierna cara pecosa en la preparatoria a la que asistía diciendo que era el presidente estudiantil de la preparatoria vecina, y que por asuntos de un festival escolar conjunto, le pareció oír, estaría yendo y viniendo seguido.

La verdad es que lo había descubierto por accidente. Solamente había acompañado al idiota de Kirishima a la sala del Consejo estudiantil porque le estaba ayudando a cargar un montón de cajas pesadas. Pero demonios, si podía verlo cada que fuera allí, cargaría hasta un auto sobre su cabeza.

Y lo peor es que no entendía qué diablos lo hacía tan especial. Tenía una sonrisa hermosa, un cabello esponjoso y llamativo, unos ojos brillantes y vivaces, una voz chillona y curiosa; un cuerpo delgado y... ¡¿Era el único dándose cuenta del tesoro que era?!

De cualquier forma, así era mejor. Nadie le molestaría ni trataría de hacerle competencia para ganarse su amor. Pfff, "ganarse". Como si tuviera que hacer méritos para hacer que alguien lo amara.

Obviamente haría que sus ojos se fijaran en su persona, incluso si tenía que ponerle lentes, lo lograría. Era una estrella en la preparatoria —hasta fuera de ella—, así que hacerse notar no era difícil. Lo supo dos semanas después de la primera vez que lo vio.

Estaba jugando basketball sin camisa en la cancha, ¿por qué semidesnudo? Porque le presumiría a Izuku su buen cuerpo. En fin, estaba anotando puntos sin parar cuando Kirishima llegó con él. Observaron el juego unos instantes, así que se lució con la canasta final, y luego...

—¡Hey, Bakugou! —le llamó.

Se hizo el desinteresado y se acercó.

—¿Qué quieres ahora? —gruñó, fingiendo ignorar al pecoso.

—Verás, él es Izuku Midoriya, el presidente estudiantil de la preparatoria Yuuei —lo señaló. El peliverde sonrió. Casi le dio un ataque al corazón—. Nos planteó que sería muy masculino tener un partido para inaugurar el festival.

—Ajá, ¿y qué?

—No conozco a nadie que sea tan bueno en deportes como tú, así que quiero ponerte a cargo de eso —explicó el pelirrojo, tranquilo.

—¡¿Ah?! ¡qué dia...!

—Vamos, no puedes decir que no —rogó interrumpiéndole—. Y si necesitas ayuda, Midoriya te ayudará.