Colección de one-shot's del Fictober organizado por la página de facebook Es de fanfics.
Contenido homosexual/gay.
Yaoi/Boys Love/ ChicoxChico.
Shipps:
- Mikaela Hyakuya x Yuuichirou Hyakuya (Owari no Seraph).
- Katsuki Bakugou x Izuku Midoriya (B...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—U-Un café americano, p-por favor... —pidió un tembloroso azabache.
—Seguro —contestó un divertido rubio tras el mostrador.
Aquel chico era su cliente regular hacía un par de semanas. Solía ir acompañado de dos chicos, uno alto de cabello rosa y uno bajo de cabello castaño; estos siempre pedían por su cuenta y le dejaban solo cuando era su turno. Se dio cuenta de esto, ya que parecían hacerlo intencional.
Además, era divertido y tierno ver como el bonito moreno de ojos verdes al frente suyo tartamudeaba y se sonrojaba mientras ordenaba. Quizá debería pedirle su número...
Sonrió mientras preparaba el café y tomó un marcador que había allí para escribir sobre el vaso de papel. Le puso tapa, tomó un par de servilletas y luego se giró para entregarlo.
—Disfrute —dijo a la vez que le guiñaba.
Yuu se puso aún más nervioso y casi deja caer el café. Logró reunir coraje para despegar sus pies del piso y correr hacia la mesa en la que estaban sus dos amigos, quienes le miraban divertidos.
—No pudiste pedirle su número, ¿no? —se burló Kimizuki, quien bebía de su café.
—N-No puedes culparme —se defendió mientras se sentaba—. Él es tan lindo...
—Yuu-kun tiene razón —suspiró Yoichi. El de lentes enarcó una ceja—. ¡N-No, no! No sobre eso —rió nervioso—. Es difícil pedirle el número a alguien...
—¿Lo ves? Ustedes ni siquiera estarían saliendo si tú no le hubieras coqueteado primero —renegó el moreno hacia el de lentes—. Yoichi es igual o peor que yo.
—No lo compares con un idiota como tú —regañó—. Yoichi es un ángel.
—S-Shiho-kun...
—Iugh —gruñó con fingido asco al tener que verlos besándose.
Ah, no había salido con nadie desde la secundaria, e incluso en esa época ninguna relación llegó a más de unos besos; además de que la otra parte era la primera en tomar la iniciativa. Si lo pensaba un poco, no llegó a gustarle alguien por su propia voluntad, ya que ellos venían a él.
Ahora en la universidad, a la que había entrado hacía algunos meses, había encontrado a alguien que llamó su atención en un fragmento de segundo. No sabía nada sobre él más que trabajaba en una cafetería cercana al campus y siempre se lo encontraba en la tarde.
Sus rubios cabellos y sus brillantes ojos azules llenaban de luz el simple y monótono mostrador en el que siempre tartamudeaba al ordenar. Desearía ser un poco más intrépido y atreverse a hablar más. Apenas sabía su nombre: Mikaela Shindou. Eso era todo. Ni su edad, ni si estudiaba; nada.
Era un poco frustrante estar embelesándose a distancia, pues prefería tener la capacidad de hablarle y coquetear para poder pedirle una cita sin que su lengua se enredara, sus manos temblaran, sus piernas cedieran o su cara se pusiera roja. Se sentía como un tonto.
—¿Eh? Oye, Yuu, dale la vuelta a tu vaso —musitó Kimizuki después de haber terminado de besar a su adorable novio.
—¿Ah? ¿para qué deb...? Oh.
Los colores se le subieron a la cara, y sin poder evitarlo, giró su cabeza, encontrando a aquel rubio mirándole fijamente. Estaba apoyando sus codos en el mostrador, y su rostro descansaba en sus palmas. Era obvio que no estaba disimulando para nada su interés y apenas iba a darse cuenta de eso.
—Deberías hablar un poco con él, Yuu-kun —sugirió Yoichi en un susurro.
—¿A-Ah? ¿c-cómo podría? —rió nervioso. Ahora se sentía más tonto.
—Solo ve y pídele que salgan —musitó el poste. Yuu se quedó en su sitio mirando el vaso de café. De repente la mano del pelirrosa lo agarró y seguido lo empujó hacia el mostrador—. No vas a sentarte hasta que le hables.
—¡P-Pero...!
—Yuu-kun, esfuérzate —animó.
Se sentía tan avergonzado que no podía caminar y estaba ahí parado en medio del lugar, recibiendo las miradas de algunos clientes y por supuesto, la del lindo trabajador. Estaba rojo a más no poder, pero intentó darse ánimos y avanzar hacia él.
—Oh, hola —sonrió el rubio, divertido. Podía decir que ese chico era tierno con solo ver lo inocentes que eran sus reacciones.
—U-Um... —intentó, sin poder levantar la cara—. Y-Yo...
Mikaela no aguantó y se echó a reír, lo que lo hizo sentir todavía más avergonzado, de modo que se dio media vuelta para huir. La mano que sostuvo su brazo le sorprendió.
—Lo siento, lo siento —suspiró acabando de reírse—. Es que eres adorable.
—¿A-Adorable...?
—¿Cuál es tu nombre? —preguntó sin más, curioso. Había escuchado a sus amigos llamarle "Yuu", pero prefería saber su nombre completo.
¿Cómo? Él era tan relajado. Le había dado aquel apodo sin pensar demasiado. Pero, ¿por qué "chan"...?
—¿P-Por...?
—Oh, porque tú eres adorable —sinceró sonriente.
Yuu se quedó en modo estatua frente al rubio; se sentía más que avergonzado. Pero de algún modo, le hacía sentir especial que le dijera algo así. Su corazón latía con prisa. Apretó los puños intentando darse valor.
Mikaela estuvo gratamente sorprendido. Soltó una risita baja y decidió pararse correctamente. Luego llevó su mano al rostro moreno y acarició su mejilla, logrando que sus ojos se encontraran.
—Puedes, pero solamente si aceptas ir conmigo a una cita —condicionó, coqueto.
Yuu dio un respingo, después sonrió nervioso y por último, asintió repetidamente. Sí, él era adorable.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ay, yo amo cuando a los personajes se les re nota la tensión sexual xD