Flufftober 2021

Día 6: Love letters

Antes de leer...

Traducción: "Love letters" significa cartas de amor.

Durante su secundaria, Izuku constantemente fue acosado por Katsuki y sus demás compañeros por la razón de no tener quirk. Fue una etapa dolorosa, ya que siempre se sentía mal por eso. Habían pocos momentos en los que podía escapar de tales lúgubres emociones que lastimaban su corazón.

Uno de esos momentos era cuando revisaba su casillero al final del día escolar, pues allí, todos los días, yacía un sobre pulcramente sellado con la firma "Para Izuku" en una caligrafía elegante y bonita. Le daban mariposas en la panza al verlo.

Resultaba que, pese a todo el ambiente hostil en el que estaba, había alguien que le mandaba cartas de amor todos los días. Era anónimo, claro. Pero sus palabras eran tan dulces y gentiles que le llenaban el alma de regocijo.

La de ese día, que fue viernes, era casi un poema torpemente construido. Hablaba de la belleza de sus pecas y de su alborotado y único cabello verdoso. De lo deseosa que estaba esta persona por abrazarlo y decirle todo lo que sentía y de lo mucho que lo amaba desde hacía muchísimo tiempo.

Nunca supo de quién se trataba, solo que todas las tiernas y amables palabras y cada una de esas letras se encargaron de hacer que su vida de secundaria no fuera un total infierno. Se convirtieron en uno de sus refugios.

Las cosas habían cambiado mucho ahora, por supuesto. Estaba en la prestigiosa Preparatoria Yuuei y estaba rodeado de amigos amorosos y geniales que hacian su día a día ameno y alegre. Incluso las cosas con Katsuki se habían arreglado y eran algo así como amigos.

A veces charlaban un poco o leían cómics juntos, como cuando eran niños. Momentos que compartía con él de esa forma, a veces rozaban en sus recuerdos de pasado y le venían a la cabeza las cartas de amor que tenía pulcramente guardadas en una cajita y que, aunque no revisaba siempre, solía leer cuando se sentía decaído.

Saber que alguien tuvo tales intensos y hermosos pensamientos sobre su persona, de una u otra manera, le hacía sentir reconfortado y mucho más amado. Cuando pensaba en eso, sentía que tenía fuerza para lograr lo que fuese.

Solía darse ánimos de esa manera. Como en ese momento en que entregaba un examen. Cuando Aizawa-sensei los recogió, todos empezaron a comparar sus respuestas. Iida, Uraraka y Todoroki lo rodearon como si fuera natural.

—¡Eso es genial! Escribe mi nombre ahora —exclamó Kirishima, llamando la atención de todos.

—Cállate. ¿Por qué debería? —renegó Bakugou.

—¡Vamos, vamos! No sabía que podías escribir así —animó sonriendo.

Cuando consiguió que Katsuki escribiera su nombre, Kirishima estaba contento, así que se fue a mostrárselo a Kaminari, que hablaba con Jirou y en esa fracción de segundo que pasó junto a Izuku, este vislumbró algo que llamó si atención.

—¡Kirishima-kun! —llamó de la nada, sorprendiéndole—. Oh, em... ¿puedo ver...?

—Seguro —contestó confundido, acercándole la hoja—. No sabía que te interesaban estas cosas, Midoriya.

—Sí, yo... —y enmudeció.

Esa letra... No podía equivocarse. No podía. Esa letra era la de aquellas cartas... Pero entonces, ¿cómo era posible? Sus ojos casi parecían caer de sus cuencas por lo abiertos que estaban y su expresión desconcertada preocupó un poco a sus compañeros.

—Deku-kun, ¿estás bien? —inquirió Uraraka, tocando su hombro y sacándolo del trance.

—¡Kacchan! —chilló sin importarle nada. Él se levantó de sobre sus brazos y se giró para verle.

Tardó unos segundos en entender el contexto de la situación, ya que dormitaba anteriormente. Al ver a Izuku apoyado en su escritorio con la hoja en la que había escrito el nombre del pelirrojo, se le fue el sueño de golpe.

Primero palideció por unos segundos y después se puso rojo. Sin decir una palabra, se paró y escapó hacia el pasillo.

—¡Kacchan, espera!

Y le siguió sin más. Katsuki caminaba rápidamente, intentando alejarse lo más que pudiera. Y sentía los pasos presurosos del peliverde tras suyo llamándolo por aquel apodo que le había dado desde niños.

Huyó tanto como pudo hasta que llegaron a las escaleras y en una intersección de estas, Izuku lo atrapó. Obviamente forcejeó.

—¡Suéltame, mierda! —gruñó.

—¡No! ¡tienes que decirme! —atacó abrazándolo por la cintura para evitar que se fuera. Hubo un instante de silencio.

El rubio estaba de espaldas y de repente dejó de moverse, así que el pecoso aprovechó para hablar. Tenía su cara en su espalda.

—Kacchan, ¿tú...? ¿tú escribiste esas cartas...?

De nuevo silencio. Le oyó chasquear la lengua.

—¿Y qué si digo que sí?

Los colores se le subieron a la cara a Izuku, quien lo soltó y se alejó unos cuantos pasos. Cuando él se giró, su expresión era entre afligida y avergonzada.

—¿Yo te... gustaba...?

Katsuki soltó un suspiro y se acercó a él de nuevo; llevó su mano a la mejilla ajena y sostuvo su cara en un gesto demandante.

—Corrección: me gustas.

—¿Eh?

Sin esperar respuesta, en ese instante, lo besó.

Sorry xD, el plan era actualizar diario pero pasaron cosas ahre, entre ellas, me enfermé xD

En fin, espero les haya gustado

Bye!