Flufftober 2021

Día 11: First time (no sex)

Antes de leer...

Traducción: Se refiere a una primera vez no sexual (pueden ser besos, abrazos, etc). 

Mikaela y Yuuichirou se conocieron cuando tenían once años. Fue como un cliché de alguna película romántica, pues todo sucedió tal cual.

El chico nuevo popular y lindo que era rodeado por todos se interesó en el único que no insistía en acompañarlo ni se mostraba curioso al respecto. Ahora pasaban un montón de tiempo juntos.

Mika era amable, siempre le mimaba y le ayudaba en lo que pudiera, le compraba obsequios y le trataba con suma atención, ya que era su amigo más preciado. Claro que esto acabó por cautivar a Yuu, quien para cuando tuvieron quince entendió que se había enamorado perdidamente.

Su tiempo juntos se hizo aún más precioso de lo que ya era. Gozaba de tener su atención, aún si no estaba seguro sobre si sus sentimientos eran mutuos. Pero incluso si su corazón dolía cuando habían chicas al rededor suyo, lo soportó con una sonrisa.

Y entonces, un día, dejó de hacerlo. Con cada momento sus sentimientos por el ojizafiro crecían y crecían más, desbordándose lentamente. Empezó a evitarlo sin querer. Le inventaba excusas porque su corazón no podía calmarse cuando veía su rostro o cuando le acariciaba la cabeza con cariño, mucho menos cuando le abrazaba. Ah y qué decir de los celos incontrolables que se le subían al cerebro al verlo hablando con chicas.

Inconscientemente se comenzó a alejar de él, no porque quisiera, solo sucedió. Y pese a que pensó que no se daría cuenta, claro que lo hizo.

Pasó todo un mes en esa situación y entonces, un día cuando estaba regresando a casa como de costumbre, aburrido de ir solo, entró a una tienda de conveniencia y se compró un helado. Caminó comiendo unas cuadras y luego se sentó en el parque que quedaba en la esquina de la calle en que quedaba su casa.

Se estiró en aquella banca y observó a los niños correr al regresar de la escuela, jugando entre sí y riendo sin preocupaciones. Los envidió un poco. Ellos no tenían que preocuparse por amores no correspondidos.

Suspiró y cerró los ojos mientras echaba la cabeza hacia atrás.

—¡Yuu-chan! —oyó y en seguida dio un respingo.

En frente suyo, acorralándolo como en un kabedon, estaba Mikaela, quien tenía ambos brazos a sus costados y su rostro estaba bastante cerca. Se puso rojo de inmediato.

—¿Q-Qué estás haciendo? Q-Quítate... —pidió avergonzado, intentando empujarlo.

—No.

—¡¿Ah?!

El rubio se veía enojado; en su interior se sintió angustiado. ¿Se habría dado cuenta tal vez? Temió lo peor.

—Llevas más de un mes evitándome, quiero saber qué pasa —reclamó serio, frunciendo el ceño—. Dime qué hice, ¿te dije alguna cosa? ¿fui malo contigo?

—N-No, no se trata de eso...

—¿Entonces qué es?

Yuu guardó silencio. No podía decirle sus sentimientos. Estaba seguro de que arruinaría su amistad y no quería eso. Aunque si lo pensaba un poco, ya estaba algo deteriorada debido a su acción de evitarlo sin querer. No sabía qué hacer y menos qué decirle.

—¿Sabes? Las chicas de la clase de al lado dijeron algo interesante —murmuró viéndolo fijamente y cómo evitaba sus ojos—. No estaba seguro de si era verdad o no, así que no sé si creerlo.

—¿Q-Qué dijeron...?

—Que tú estabas enamorado de mí.

Palideció. Y en ese corto instante se giró a verlo con miedo, temiendo haberse delatado y observando los ojos de su amado platónico. Sintió terror de encontrar asco o repulsión hacia su persona.

Sin embargo, se encontró siendo jalado hacia él, que le había tomado del mentón y ahora le estampaba un beso. Su corazón latió con tanta prisa que pensó que moriría ahí mismo. Fue tan rápido que no pudo reaccionar completamente y se quedó helado cuando se alejaron. Aunque solo despegaron sus bocas, pues el rubio se quedó justo donde estaba.

—Entonces es cierto —dijo, apacible.

Su rostro se tiñó tanto de rojo que alcanzó sus orejas y tuvo que poner sus manos en medio de ambos para poder respirar o sentía que iba a morir.

Le sintió alejarse para sentarse a su costado.

—¿Por qué no me dijiste nada? —suspiró tranquilo.

—¿C-Cómo podría...? —susurró preso de la vergüenza. Ya de qué servía ocultarlo. Él ya lo sabía.

—No sé, yo pensaba que eras muy tonto por no darte cuenta.

—¿D-Darme cuenta? ¿de qué...?

—De que estaba coqueteando contigo, tonto —se burló volteando a verlo y sonriendo. Dio un respingo—. ¿Qué? Nunca traté a nadie como te trato a ti.

—P-Pero las chicas... Ellas... Yo... —intentó decir sin poder creérselo.

—A ellas les gusto, es cierto. Pero a mí me gustas tú —aseguró sonriente mientras quitaba las mochilas de ambos de en medio y se acercaba más al azabache. Le tomó de la mano. Lo sintió temblar—. ¿Puedo besarte de nuevo?

—¡E-Espera un segundo! —chilló más pudoroso que nunca. Tuvo que levantarse de la banca y darle la espalda—. N-No estoy acostumbrado... E-Ese era... mi primer beso...

—¿Oh? Así que tomé el primer beso de Yuu-chan —rió levantándose también y tomando ambas mochilas en su mano derecha—. Entonces déjame tomar la responsabilidad y sal conmigo.

Yuu se quedó estático y detrás suyo, Mika sonreía entre divertido y feliz.

—Déjame escuchar tu respuesta antes de que lleguemos a tu casa o me robaré tu mochila —avisó echándose a correr.

—¡E-Espera!

Hace un montón no hacía un Mika descarado, son mis favoritos :'''3

Espero les haya gustado uwu

Bye!