La noche había caído sobre la ciudad de Seúl. El día había sido bastante caótico pero parecía haber un poco de paz, por fin.
Isabella se estaba sirviendo un vaso de agua y terminó toda empapada por su torpeza.
—Tonta, estúpida. ¿Qué hiciste, anormal? —preguntó en un grito.
Ilenia y Lana siguieron a lo suyo sin inmutarse. Por el contrario, los chicos que estaban presentes la miraron con los ojos bien abiertos. Como el idioma coreano no tiene femenino o masculino en lo adjetivos, no sabían si era con ellos la cosa.
—Es conmigo misma —les explicó Isa notando sus expresiones.
Fue peor el remedio que la enfermedad. Esa frase no hizo más que acrecentar las miradas de confusión que le dedicaban
—Sí, sí. No me miren raro. Yo me ofendo a mí misma —le restó importancia con la mano. Tomó una servilleta y comenzó a secarse el brazo—. Es normal. No se preocupen.
—Me preocupa —indicó Suga—. ¿No quieres ir a ver a un doctor? Tengo canciones muy buenas de motivación y amor propio que tal vez te sir...
—¡Qué no, hombre! Mira, son insultos con cariño, de verdad —aseguró Isabella.
—Si tú lo dices —terminó por aceptar Yoongi, no muy convencido.
No era normal que una persona se insulte a sí misma.
—Soy una persona bastante rara, lo sé.
—Todos somos raros de una u otra manera. No te preocupes.
—Tienes razón —asintió Isabella.
Jungkook terminó de hacer lo que sea que estuviera haciéndole al televisor. La señora pantalla de cuarenta pulgadas debió quedar enamorada de tenerlo tan cerca. Busquemos en Google: “Cómo convertirse en una televisión”, a lo mejor nos da resultado ese plan.
Pero volvamos al menor de BTS, que ya nos íbamos por las ramas. Jungkook se sentó en el suelo como Hoseok. Porque claro, ¿para qué un sofá si el suelo está más cómodo? En fin, una costumbre de los coreanos a la que las chicas no les encontraban lógica.
—Listo, ya terminé. Miren —indicó señalando la pantalla.
—A ver ¿Qué nos vas a mostrar, Jungkook? —Lana dejó su celular de lado para prestarle atención.
Cuando comenzaron a salir clips de BTS en conciertos, fragmentos de noticieros de distintas partes del mundo hablando de la famosa banda, a las tres les llegó el mentón al suelo.
—¿¡Ese vídeo está editado!? —fue lo primero que preguntó Ilenia.
Estaba tratando de analizar todas las posibilidades. No quería aceptar que era cierto.
—Claro que no —se quejó Hoseok, un poco ofendido.
—¿Lo creen ahora? —inquirió Jin cruzándose de brazos.
Isabella entonó un gritito de sorpresa.
—Sí eran famosos ídols —mencionó tomando a Ilenia del hombro.
Su mejor amiga la miró sin salir del asombro tampoco.
—Un placer, su magestad —le dijo Hoseok a Isabella en tono divertido.
Isabella comenzó a reírse sola. Le parecía tan increíble la situación. Cuando miró a su derecha encontró a Lana.
La chica de cabello castaño claro miraba a la nada. Parecía estar analizando el motivo de la existencia de la raza humana. Vamos, que estaba como te quedas tú en esas clases de la asignatura que menos entiendes.
Taehyung le colocó su mano en el hombro.
—¿Te cobro el beso? —preguntó.
Los colores invadieron el rostro de la chica. Parecía un verdadero tomate.
—Ja. ¡Ay, Lana! ¿Para que hablaste? —se carcajeó Isa.
Lana buscó una salida rápida.
—Este... Padezco de alzeimer.¿Te ví? ¿Te dije algo? No me acuerdo, adiós.
Con esas palabras hacia Taehyung, se levantó dispuesta a huir. El chico soltó una risa de ternura e hizo que volviera a sentarse
—Era solo una broma. No te preocupes —le explicó.
—Ay, menos mal —Lana suspiró llevándose una mano al pecho—. Protejo mi primer beso. No te lo daría a ti.
Taehyung boqueó como pez fuera del agua.
—¿Por qué? ¿Army, dice que soy guapo? ¿No soy guapo?
Colocó su rostro sobre las palmas de sus manos.
—Sí, sí. Serás muy guapo. Pero ni siquiera nos conocemos, genio. —argumentó Lana colocando su dedo índice a un lado de su frente—. Piensa, analiza, razona.
—Por cierto, ¿qué es army? —preguntó Ilenia.
Llevaba haciéndose esa pregunta desde que mencionaron esa palabra en uno de los noticieros.
—Es el nombre de nuestro fandom —le explicó Taehyung.
—Nos han apoyado durante estos más de siete duros años. Nos han acompañado en este camino lleno de grietas. Les estamos eternamente agradecidos... —comenzó a declarar Jungkook.
Hermosas palabras, las pondremos en video cuando Army se gradúe.
—¿Vas a llorar? —preguntó Ilenia.
—No —respondió Jungkook enseguida.
—Ah, bueno.
—Antes, —mencionó Hoseok divertido—. si le preguntabas a Jungkook que si quería llorar, lloraba. Ahora te da un puñetazo.
El más joven se quedó en silencio mientras sus compañeros reían. No le veía el chiste.
—¿Por qué a mí no me dió un puñetazo? —preguntó Ilenia.
Jungkook la miró alzando una de sus cejas.
—¿Vas a exigir un puñetazo? —preguntó.
—¡No hombre, no! —exclamó Ilenia—. Ni hace falta. Capaz que se me reinicie la vida —susurró lo último para sí misma.
(...)
Ilenia tomó un baño calentito y relajante. Entonces, se dispuso a ir a dormir. Era tarde, por lo que consideró que ya era hora de guardar el carro.
Fue a su habitación. Se extrañó un montón al encontrar su cama ocupada.
Observó con atención. Uno de los chicos estaba en su cama. No supo que decir por algunos segundos.
—¡Ahora sí está bueno esto! —bufó—. Oye, mijo. Este es mi cuarto.
Movió su hombro tratando de despertarlo.
Jimin bostezó y giró hacia el otro lado para seguir durmiendo como bebé de menos de seis meses.
—Ah, no. ¡Pero ahora me va a escuchar! —replicó Ilenia, bien dispuesta a cantarle las cuarenta.
¿Qué se creía el señor? No, no, no. Ilenia le gritaría hasta que despertara. Luego lo llevaría de la oreja fuera de su habitación.
Había invadido su espacio. Su habitación era sagrada para ella. No contento, el señor también durmió entre sus sábanas y se cubrió del frío con su manta de ositos cariñositos.
¡Ese era el colmo de los colmos!
N\A:
Me alegra mucho poder subir este capítulo. Espero que les haya gustado.No sé olviden de votar y dejarme sus opiniones. ¿Qué creen que ocurra en futuros capítulos?
ESTÁS LEYENDO
Home |BTS|
FanfictionTres amigas cubanas: Ilenia, Lana e Isabella, ganan inesperadamente la lotería. Deciden usar el dinero para viajar a la capítal de Corea del sur. Sin embargo, por un error de papeleo, se ven forzadas a compartir casa con siete chicos que aseguran se...