Capítulo#10

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Sheila:

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Sheila:

Me muevo en mi lugar sin saber muy bien qué debo hacer, mis mejillas están rojas y evitó el contacto visual a toda costa.

Hace unos días ya le había avisado que iría en vacaciones a casa de Ana, y pasaría Navidad por allá, por eso hoy haríamos una especie de despedida.

— No tienes que estar nerviosa cariño, Theo me dijo que tía Shei sonreía mucho con su nueva amiga Ana.

Al oír esas palabras me sonrojo mucho más, se que Ana está escuchando todo desde la cocina.

—Lo siento.— Murmuró torpemente.

— No tienes que sentir nada, no está mal enamorarse.— Me envuelve en sus brazos y correspondo el abrazo. — Sólo venía a decir adiós y darte tu regalo de Navidad.

Me separo sonriendo y limpio las lágrimas en mis ojos, después de que mi abuela no estuviera conmigo Rosa se convirtió en lo más cercano a una madre.

— Mejor vallamos a tu casa, también queremos darle los regalos a Theo y Cheryl.

Ella parece sorprendida pero no dice nada, siempre le daba regalos a Theo en Navidad y su cumpleaños y está será la primera Navidad de Cheryl.

— Iré subiendo, nos vemos allá arriba.

Me da una sonrisa cerrando la puerta, corro a mi habitación y dejó mi mochila sobre la cama al lado de la maleta que recogí anoche para ir a casa de Ana mañana.

Agarro las dos bolsas de regalo que hay en mi escritorio y salgo a la misma vez que Ana sale de su habitación abrochandose unos jeans, afuera la temperatura está bastante fresca, pero como sólo iremos al piso de arriba dejó mi abrigo sobre el sofá cuando vamos saliendo.

— También quise comprarles algo más a parte de lo que escogimos en la juguetería. — Sonrió Ana mostrándome la pequeña bolsita mientras subiamos al ascensor.

— ¡Oh vale! —Dije un poco emocionada, me gustan mucho los regalos aunque nunca lo valla a admitir en voz alta, agarro su mano caminado por el pasillo a la última casa, sin abrir la puerta puedo oír el llanto de bebé. 

— ¿Niñas como están? —Nos pregunta Matteo abriendo la puerta con la pequeña Cheryl moviendo sus manitos hechas puños.

— Muy bien.—Responde Ana a lo que yo asiento.

— Pasen pasen.

Entramos al apartamento y me tropiezo con un pequeño carrito rojo. Veo que Ana está a punto de darle la bolsita a Theo y suelto un chillido.

— ¡No!

Ella se sobresalta y da un paso atrás, es cierto, los niños aún creen en Santa, Theo me mira confundido pero se encoge de hombros y sigue jugando con sus trenes.

— ¿Que pasó?- Me dice Ana frunciendo el seño.

— Santa Klaus. —Murmuró señalando el árbol lleno de regalos, ella entiende y deja allí la bolsita y hago lo mismo con mis regalos.

— ¡Para ustedes! Pero deben prometer abrirlo en Navidad.

Nos dice Rosa con demasiado entusiasmo dándonos una bolsa de regalo a cada una, la mia es rosa con puntitos azules, y la de Ana es azul con puntitos rosas.

— No tenías que molestarte, muchas gracias.—Ana le da un corto abrazo sonriendo, se nota en sus ojos que quiere abrir el regalo, pero tendrá que aguantarse hasta Navidad, no querría ver a Rosa molesta.

Recuerdo la vez donde Theo rompió un jarrón de edición limitada, todavía recuerdo el regaño que resivi, un escalofrío recorre mi espalda ante los recuerdos.

Estamos un rato más ahí jugando con los hermosos niños y acordamos hacer una videollamada para así abrir los regalos en Navidad, cuando ya se está haciendo de noche volvemos a nuestro apartamento.

— Nuestro vuelo sale a las 9.

— Tendremos que salir de aquí a las 6 más o menos, le enviaré el mensaje a Kenny.

Ellos insistieron en llevarnos al aeropuerto para despedirnos, así que al final aceptamos para ahorrarnos el dinero del taxi.

— ¿Ya tengo todo empacado y tu ? —Ana puso ojitos tristes— Yo te ayudo a terminar de empacar.

Y así terminamos en su habitación metiendo cosas en su maleta, deberíamos tener el bolsillo de doraemon, tuve que sentarme sobre la maleta para así lograr cerrar la cremallera.

— ¡Gracias! — Me agarra de las mejillas y me da un beso lento, me agarró de sus hombros disfrutando el sabor a caramelo de sus labios.

— Me gusta estar contigo, así. —Murmuró sonrojada jugando con mis dedos.

— A mi también.

Sonrió envolviendola en mis brazos, presiento que serán unas buenas vacaciones de invierno.

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She is my Girlfriend ©Where stories live. Discover now